¿Quién nos enseña a ser padres?
Esta es la pregunta que todo padre se hace diariamente ante cada situación conflictiva que se le presenta. Independientemente de la edad del hijo, el sentimiento de impotencia o angustia aparece, cuestiona, interpela al adulto, que en ese momento no sabe cómo responder a su solicitud.
Es que la maternidad y la paternidad nos enfrentan a una demanda que no se remite a lo material, sino a la persona misma, a una función.
Cuando el niño es muy pequeño, el adulto significativo que ejerce esta función, debe acogerlo, abrazarlo, protegerlo emocionalmente, pero también ayudarlo a crecer, es decir, fortalecerlo para que pueda afrontar lo que ocurre a su alrededor.
Los lazos que se desarrollan entre los padres y sus hijos son esenciales, constitutivos, son los que garantizan la seguridad emocional del infante, la condición indispensable para un buen desarrollo de su personalidad.
La realidad actual, en la que, generalmente, los dos miembros de la pareja deben trabajar hace que compaginar de manera eficaz la vida familiar con la laboral sea cada vez más difícil.
Cuando los padres llegan a casa, están cansados y a veces no tienen la suficiente paciencia para dedicarles un rato agradable a los pequeños.
Es importante disfrutar cada momento de encuentro con los hijos, independientemente de la cantidad de tiempo que se les pueda dedicar, no pensando en las obligaciones o en las cosas pendientes por hacer, sino en ellos, confiando en que lo compartido es fundamental para su crianza.
Los padres son los mejores modelos, enseñan con sus aciertos y con sus errores.
El dialogar con el niño es primordial, ya sea a través de los mimos o del juego compartido, cuando son muy pequeños, como así también de la reflexión acerca de una situación conflictiva acaecida en el hogar, cuando pueden entenderla, ya que se les enseña que el diálogo es más importante que un castigo, que perdonar y respetar son las actitudes más valiosas.
Siempre se debe tener en cuenta al hablar con un niño, priorizar lo positivo, rescatar sus cualidades, destacar ante los demás lo que él es capaz de hacer, no ridiculizarlo, ya que las palabras de los adultos significativos tienen el valor de un mandato profético, es lo que se espera y se desea del hijo.
También lo es saber pedir disculpas a los niños cuando se les ha ofendido o tratado mal, ya que es el mejor método para mostrarles que ellos son dignos de respeto.
Servicio de Educación Temprana - Instituto
Especial “Del Rosario”
Estacionamiento polémico
Respecto al estacionamiento medido en el radio céntrico de Villa María, se puede decir que:
-La zona establecida para ello es más que radio céntrico.
-El horario está excedido dos horas diarias, según el horario de atención del comercio.
-Los autos quedan sin protección alguna. Nadie absolutamente cuida nada. Te los rayan, abollan y sustraen objetos personales del interior.
-Los inspectores sólo controlan que abones a través de la tarjeta.
Ana Piedrabuena
DNI 12.871.564