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Villa María y Puerto San Martín durante el ceremonial previo a la segunda final |
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Escribe:
Gustavo Ferradans (de nuestra Redacción)
Villa María Vóley perdió los dos primeros partidos de la final por el ascenso a la máxima división de este deporte a nivel nacional y quedó muy complicado para llegar al título
Puerto San Martín (que viene de perder cuatro finales consecutivas en los dos últimos años, dos por el ascenso directo y dos por el repechaje), ganó por amplio margen los dos partidos con cifras contundentes.
Los santafesinos capitalizaron sendos triunfos, a partir de un encadenamiento de situaciones que complicaron al rival, pero más allá de algunas notorias ausencias, el equipo villamariense tuvo un muy bajo rendimiento, que pasa más por una cuestión de actitud que de aptitud.
Salvo un par de excepciones, no se escucharon autocríticas de la mayoría del plantel a la falta de respuestas anímicas para jugar una final, posterior al segundo encuentro.
La ausencia de Vizzari en el primer partido (se resintió de una lesión en la planta de un pie), sumada la del central Figueroa (lesión en el hombro, remplazado por Rodrigo De Zárate, que a pesar de su escasa experiencia, cumplió), más un par de jugadores con problemas de resfrío, provocaron una merma en el rendimiento colectivo del equipo de Villa María Vóley.
A pesar de cometer numerosos errores no forzados, que significan puntos para el rival (producto de ataques mal terminados, pases mal dados o servicios largos o a la red), el equipo, aún jugando muy por debajo de su nivel, en el resultado final estuvo muy cerca del ganador.
Para ejemplificarlo, si la estadística marcó que en un solo set Villa María le dio 14 puntos al rival y perdió por cuatro tantos, demuestra las ventajas que dio en esos juegos: 14 de los 25 puntos del rival fueron realizados por los errores del equipo de esta ciudad.
@ El factor “H”
En ese primer partido, quedó claro que el equipo villamariense se equivoco mucho y ni siquiera escuchó lo que le pedían sus seguidores, que no es más que lo que le piden a cualquier equipo a través del cántico “hay que poner más h…”.
La falta del “Factor H” quedó más evidente en el segundo partido, cuando motivados desde temprano en la mañana con palabra, gestos y carteles en la concentración se buscó impactar en lo anímico, pero las consecuencias de esa acción no quedaron plasmadas en la cancha por la noche
Salvo algunos gestos de reacción daban muestras que aún jugando por debajo del nivel habitual Villa María podía pelear casi de igual a igual ante un equipo potenciado por el buen resultado del primer partido, por sentirse local y tener el apoyo ensordecedor de su gente y agrandados por el bajo rendimiento del rival.
Puerto mostró igual tener muchas flaquezas, por momentos tener varias lagunas y no tener tantos frentes de ataque como el equipo villamariense.
La ventaja principal es la de contar con la misma base del plantel que viene jugando juntos hace tres temporadas. Los santafesinos cuentan con un experimentado Jerónimo Nicola, el interesante armador Mariano Cherbin (ex Boca) bien acompañados por Tomás Palladino, Federico Bollecich, Guido Romanutti y el líbero Moyano.
Si se los compara, ambos equipos han tenido rendimientos similares en la fase regular, y Villa María parece tener algunas individualidades superiores a la de su rival, pero Puerto San Martín recibió una ayuda enorme para agrandarse en la final, a partir de los errores del equipo de esta ciudad.
Pero sin dudas, la falta de respuestas del equipo villamariense para dar vuelta esa historia pasó más por la actitud que por la aptitud que tiene el equipo.
Esto que parece un juego de palabra, intenta a describir el motivo principal de esta doble victoria puertense a expensas del conjunto villamariense.
@ A pesar de todo
El balance de Villa María Vóley aún cuando resta definirse el play off final, y probablemente el repechaje, es sumamente positivo desde lo deportivo, como así también lo que se generó en la ciudad y también desde el aprendizaje en todos los órdenes; habiendo dejado ya muchas enseñanzas para la próxima temporada.
Esta joven iniciativa local que es Villa María Vóley reunió esta temporada a un grupo de jóvenes jugadores (algunos de estos de esta ciudad), varios de ellos con grandes posibilidades de proyección a corto plazo, más la experiencia de Oscar Vizzari, que se sumó tras el quinto partido de la fase regular.
El trabajo de Alejandro Gallardo, fue evidenciando con el correr de los partidos una evolución individual y de conjunto, que fue creciendo con muy buenos resultados y un juego que cada vez era más vistoso.
Al mismo tiempo, todos o casi todos los jugadores crecieron en su juego y mostraron una evolución individual en muchos aspectos.
Lo visto el miércoles y jueves en las dos primeras finales no pasa por errores del cuerpo técnico en lo táctico ni por aspectos no trabajados o menos trabajados.
Por lo observado en los 21 partidos que jugó el equipo villamariense en el torneo, más lo que mostró Puerto, está claro que ambos son equipos parejos, pero que el VM Vóley puede dar vuelta la historia. Para eso tiene que cambiar muchas cosas.
Pasa por la concentración y por la actitud de entrar a jugar una final y tratar de dejar todo en la cancha, pasa por entender que una final se puede jugar una sola vez en la vida y puede ser algo irrepetible. Aún más todavía si se la gana.
@ Todo es posible
Si bien es difícil, no es imposible dar vuelta la historia. Con el match point en el bolsillo Puerto San Martín visitará esta ciudad mañana domingo y probablemente el lunes (si Villa María logra descontar en la serie). Los santafesinos llegan agrandados luego de la superioridad expuesta en los dos primeros partidos, ante una “sombra” de VM Vóley, y quieren festejar acá.
Por el orgullo, por el amor propio de cada integrante del plantel, por la historia personal de cada uno de ellos, para quedar en la historia grande del deporte villamariense, por el apoyo que le brindó cada familia, por ellos, los integrantes de Villa María Vóley saben que esta historia puede tener un final feliz.
Solo depende de ellos, de Vizzari, Manchinu, González, Scarpin, Figueroa, Ronda, Brion, Yaccuzzi, Toppano, Emanuel y Rodrigo De Zárate, Ambrosini y miles de seguidores también que quieren ascender a la A1.
@ El trabajo de ayer
Villa María Vóley trabajó ayer por la tarde en el gimnasio, con trabajos de pesas y hoy hará doble turno en el Salón de los Deportes, con trabajos específicos con pelota.
Es clave para el plantel levantar el aspecto anímico para poder hacerse fuerte de local y evitar que Puerto San Martín festeje aquí.
PSM Vóley llegará el domingo por mañana, y todo indica que están convencidos que pueden cerrar la serie 3 a 0 para quedarse con el campeonato y el ascenso a la A1, que ya se le negó en cuatro ocasiones.
Los santafesinos perdieron las finales del ´06-´07 y ´07 - ´08, ante GEBA y Olímpico de Santiago del Estero respectivamente, y luego perdieron los partidos correspondientes al repechaje por el segundo ascenso con el penúltimo de la A1. En ambas ocasiones fue ante Obras de San Juan.
El campeón de la A2, ascenderá a la A1, mientras que el subcampeón, jugará el repechaje por el segundo ascenso ante Obras de San Juan, que por tercera vez buscará no descender.
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