La Escuela Hospitalaria del Hospital Regional Pasteur cuenta con tres docentes que aportan su conocimiento y dedicación al objetivo de que niños, niñas y adolescentes no pierdan el año lectivo cuando atraviesan situaciones de salud que les imposibilita concurrir a clases en su escuela de origen.
Sandra Bonetto, Claudia Vélez y Natalia Spaini son las profesionales de esta modalidad, que el 2 de septiembre pasado consiguió tener su espacio propio dentro del nosocomio de calle Mendoza. Las dos primeras recibieron a EL DIARIO en la institución y brindaron precisiones.
“Muchos han colaborado en armar la sala de la escuela, la que busca garantizar la igualdad de oportunidades para que todos puedan recibir educación”, explicaron.
Claudia comentó que lo que se pretende “es respetar el derecho de educación del niño en todos los niveles que son obligatorios”.
Luego de realizar un diagnóstico de las necesidades y demandas que se le plantearon al centro asistencial, las profesoras comenzaron a efectuar un abordaje personal, ya que todo depende de cada caso en particular. “Se tiene en cuenta el estado de salud y la trayectoria escolar. En muchos casos se mantiene contacto con la escuela y se evalúan los casos de deserción, sobre todo en el Nivel Medio”, precisó Claudia.
Sandra sumó: “La Ley de Educación toma al niño como sujeto de derecho. Entonces, si se detecta que por su salud la persona va a perder su trayectoria escolar, con esta escuela se apunta a evitar esa interrupción”.
Remarcaron que se trabaja en red y que muchas veces las clases se dictan en los domicilios particulares de los chicos y chicas que atraviesan estas circunstancias.
Son tres horas semanales con cada alumno, distribuidas por lo general en clases dos veces a la semana de una hora y media cada una.
“Se tiene en cuenta los contenidos principales, la integración de contenidos y se dan todas las áreas. Enseñamos, evaluamos y luego se entrega un informe cuantitativo y cualitativo al establecimiento en el que cursa habitualmente el paciente”, especificaron. Aclararon que el “alumno sigue siendo alumno de la escuela de origen” y que por medio de esta política “no tiene inasistencias ni pierde contenidos”.
Cada docente tiene entre tres y cuatro estudiantes. Admitieron, en un momento de la charla periodística, que son pocos profesores en relación a la demanda existente.
Por lo general, sus alumnos de sexto grado del Primario a tercer año del Nivel Medio presentan enfermedades crónicas, mientras que los de más edad han sufrido, mayormente, lesiones a raíz de hechos de tránsito.
Con la llegada de jornadas de temperaturas más altas crece el número de incidentes de tránsito, “lo que deriva en mayor cantidad de pacientes que cursan el colegio secundario y entonces nos superan los casos”. Así, priorizan la atención de los de mayor gravedad.
Con esta modalidad se flexibilizan tiempos y espacios, pero siempre están las ganas de los niños, niñas y adolescentes. Así lo aseguraron las entrevistadas ante la pregunta de EL DIARIO. “Generalmente tienen ganas de estudiar. Al verse imposibilitados de ir a clases a su escuela, le dan importancia al estudio. Nos esperan con ganas en sus domicilios y hasta nos piden que les dejemos tareas para hacer”, coincidieron.
Para Claudia, esta modalidad “es el nexo con la vida”, que “moviliza aspectos sanos del niño que está enfermo”.
Esta escuela es la primera en un hospital del interior de la provincia de Córdoba, de acuerdo a lo informado a este diario. Además, es la única en un hospital polivalente en toda la provincia.
Las maestras reconocieron a la inspectora Susana Blanco y al equipo técnico de esta modalidad. “Esto es un esfuerzo de mucha gente”, concordaron.
En la charla también estuvo presente la directora del Pasteur, Liliana Abraham, y otros miembros del nosocomio, como Leandro Parnisari.