Saliéndonos de los títulos de la tapa de El diario de aquel día, recordemos que, por entonces, las fuerzas reaccionarias aún producían atentados a casas partidarias; incluso, se investigaban amenazas de atentados contra el propio presidente de la Nación. El sector militar y sus aliados todavía conservaban un poder de acción que se erigía como amenaza a la construcción democrática.

De todas maneras, avanzaba la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), ya había producido su informe y, antes de eso, se había ordenado el procesamiento de las tres juntas militares que ejercieron el poder a nivel nacional durante la dictadura iniciada en 1976. Es decir, la situación no era idílica, pero sí existían cosas para festejar: la participación política de la ciudadanía tenía sus carriles naturales en funcionamiento y la voluntad popular se expresaba mediante el voto.

Amplios sectores políticos tenían en claro que lo democrático estaba en plena construcción y que aún faltaba mucho por hacer, aunque siempre existieron los reduccionistas de lo democrático que sólo hablan de lo electoral. En este marco, desde el sector político gobernante se prepararon festejos.

 

“Democracia con todos”                                                                                

En Villa María se llamó a participar del referido acto, denominado “365 días de democracia con todos”. Lo organizó el Comité de Circuito de la Unión Cívica Radical (UCR) junto a la Comisión de Acción Política y con la adhesión de la Juventud de la UCR. Los de “boinas blancas” se dispusieron a celebrar el aniversario de la elección que significó el retorno a la democracia el 30 de octubre de 1983. 

El día del festejo cayó martes y con todo dispuesto en las instalaciones del Club Ameghino, en calle San Juan 1646, desde temprano comenzaron a llegar quienes habían adquirido la tarjeta en la sede radical de calle Tucumán 1068. Todo estaba previsto para iniciar a las 21. El menú sería el tradicional arroz con pollo, postre y luego una serie de números musicales prepararían el ambiente para el plato fuerte de la noche, que no era otra cosa que los discursos de los líderes políticos que asistieran. 

Si bien la agenda de oradores estaba abierta para quienes solicitaran ser escuchados, desde el partido radical se difundió un listado de políticos que harían uso de la palabra. La nómina incluía a los senadores provinciales Daniel Baysre y José María Parola, a Nilo Neder, secretario general  de la Universidad nacional de Córdoba (UNC); a Antonio Hernández y Roberto Llorens (que no pudo asistir).

Para la misma oportunidad, pero en un acto del que participaron varias parcialidades políticas, en Buenos Aires el presidente Raúl Alfonsín, ante 12 mil personas, señaló: “Con este año transcurrido (...) se están preconizando 100 años más de democracia para la Argentina y se encauzó para siempre la marcha del país hacia su futuro, el que le corresponde en el marco del respeto, de la dignidad del hombre, de las instituciones y del imperio de la ley”. 

Por entonces, el Gobierno radical ya tenía problemas y desde las distintas posiciones políticas opositoras recibía una marcada crítica; a eso se le sumaban las resistencias corporativas a los cambios que el radicalismo alfonsinista intentaba. Por otra parte, las disputas internas del partido gobernante también hacían lo suyo; por entonces, en Villa María existía un conflicto entre dos líneas internas (expresado en el título de la tapa de El Diario a que se aludió) entre un sector referenciado en el intendente y otro que lideraba Baysre. Conflicto que tendría impacto en el propio Gobierno municipal.

Regresando al acto en el Ameghino, el salón estaba adornado con un millar de banderas argentinas que tenían impresa la leyenda “Alfonsín presidente”. El inicio del acto se demoró un poco, para dar comienzo a las 22, cuando el senador Baysre ingresó al recinto acompañado por Hernández y Nilo Neder. Los recién llegados despertaron el júbilo de los 1.900 asistentes y se escuchó el “adelante, radicales” y las banderas partidarias flamearon demostrando el clima de festejo del acto. Si bien la mayoría de los presentes eran radicales, El Diario señala que “fue posible apreciar algunos militantes peronistas”. Pero no todo era festejo, también se producía un cotejo de fuerzas entre la dirigencia del partido radical y el intendente, por el mencionado conflicto. Cuando Cabezas ingresó, también “tuvo una calurosa acogida”. Luego se cumplieron los ritos del caso, los oradores y cuando el acto estaba en su fase final, se leyó un telegrama enviado por el presidente de la Nación al titular del Comité de Circuito. 

Días después, en sesión del Concejo Deliberante local, el concejal  Luis Caronni señaló que el 30 del 83 se dio “el triunfo del pueblo argentino por sobre cualquier partido político (...) la ciudadanía con su voto le dijo ‘no’ a los militares que entregaron la Patria (...) -llamando a- defender la democracia con unidad y participación”. 

A 31 años del 83, aún andamos en la construcción democrática y la defensa de lo que ya se ha logrado.