Hoy, a las 19, el filósofo italiano Gianni Vattimo ofrecerá en nuestra ciudad una conferencia en el auditorio del Rectorado de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) denominada “Historia de los débiles e historia de los fuertes”.
Vattimo es catedrático de Filosofía Teorética y uno de los principales autores del posmodernismo. Estudió Filosofía en las universidades de Turín y de Heidelberg y es un referente de la corriente hermenéutica en filosofía. Nuestra ciudad será el único lugar del interior del país donde el destacado profesor ofrecerá su presentación, enmarcada en una serie de conferencias pautadas para Buenos Aires.
La presentación de Vattimo es organizada por la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN), la UNVM y la Asociación de Docentes Investigadores de la Universidad de Villa María (Adiuvim), entidad gremial que recientemente ha renovado autoridades y planifica una serie de acciones para representar los intereses de los trabajadores docentes.
Vattimo ha sido profesor universitario en Los Angeles, en Nueva York y también es miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes.
En cuanto a la dimensión política de Vattimo, vale la pena rescatar su participación como miembro del Partito Radicale y, posteriormente, en la Alleanza per Torino dentro de la campaña electoral del Olivo, entre los demócratas de izquierda en el Parlamento Europeo y, por último, en Italia dei Valori.
Entre sus últimas obras traducidas al castellano se encuentra “Ecce comu”. “Cómo se vuelve a ser lo que se era”, “Después de la muerte de Dios”, “Adiós a la verdad” y “El socialismo”, o sea, Europa.
Vattimo es considerado una de las voces más relevantes del pensamiento contemporáneo y una autoridad en el planteamiento conceptual de la posmodernidad.
Se lo conoce como el filósofo del posmodernismo, un título que se le adjudica especialmente por uno de sus postulados, el “pensamiento débil”, ese que enuncia “la necesidad de dar libre curso a la interpretación, frente a una política monolítica y vertical; la necesidad de apoyar a los movimientos sociales transversales, frente a la soberbia de la vanguardia artística; la recuperación de un arte popular y plural, frente a una Europa etnocéntrica; así como la imposición de una visión mundial de las culturas y del autoritarismo frente a la democracia", como perspectivas para comprender a las sociedades actuales.
Como sucede con el pensamiento débil, sus cuestionamientos a conceptos tradicionales como la verdad, el sujeto, la ética, el ser, la revolución, la comunicación o el arte, están fuertemente influenciados por los argumentos de Heidegger y Nietzsche, y en general por la filosofía alemana del Siglo XIX y XX.
En consonancia a su pensamiento filosófico, Vattimo se ha comprometido con la participación política. Como miembro del Parlamento Europeo se ha promulgado en contra de la discriminación sexual, el replanteamiento de la educación y la formación, así como la investigación y el desarrollo de los medios de comunicación, los derechos de los animales, además de la oposición al Gobierno italiano de centro-derecha.
Una de sus opiniones versa sobre la propia izquierda: “Ser de izquierda -ya con muchísimas referencias internacionales perdidas-, siempre implicó tener una cosmovisión culturalista; mientras que para la derecha siempre ha sido naturalista. Todo el liberalismo, incluso, hasta el racismo, se trata de liberar la sociedad para que cada uno pueda expresar lo que es. Pero, finalmente, la izquierda tiene que corregir los puntos de partida. Si uno nació con mucho dinero se expresa como capitalista, si uno nació como pobrecito, se expresa como pobrecito. Y, para una competencia verdadera se trataría de salir de puntos de partida comparables, algo que no pasa en el naturalismo derechista. Por ejemplo, que la derecha sea racista, generalmente, es natural, porque se trata de disfrutar la diferencia. Todo esto es para mí, básicamente, la mentalidad de derecha. La izquierda tiene que corregir situaciones naturales de partida, obviamente, la derecha no tiene problemas de valores, y la izquierda tiene el problema de decidir entre todos el valor de la cultura. Es decir, de oponerse a la exaltación de las diferencias naturales”.