Entrevista Nancy Musa 

Tiene la sonrisa siempre lista, preparada para asomarse y ocupar su lugar entre paréntesis en el cruce de una frase y otra frase. Conoce el juego de las palabras a la perfección. Es periodista y la entrevista de pronto se despoja del protocolo y se viste con las prendas informales de una charla entre colegas.

Y allí fuimos, con la cuchara del café dando vueltas y vueltas a pedirle su opinión sobre la política a nivel nacional. 

Y pusimos primera con el panorama que observa en este año previo a las elecciones presidenciales.

-¿Qué análisis hacés de la situación actual?

 -Por lo que se está escuchando y por las distintas opiniones que se están vertiendo por parte de los que están dispuestos a participar de la puja electoral, creo que, claramente, hay dos modelos en pugna.

Aunque no se presentan tan sinceramente, pero es claro que hay dos modelos. Uno de inclusión social y que desde algunos sectores se reclama que pase a ser de justicia social, lo que significa una profundización de ese mismo modelo con algunas correcciones.

Del otro lado hay sectores que rechazan este modelo, pero lo rechazan no con una propuesta nueva, sino planteando desarmar todo esto que se fue logrando hasta ahora. Es decir, volver atrás con algunas formas de regulación del mercado por parte del Estado, en algunas cuestiones que restringen el poder que tienen los grupos más concentrados. 

Creo que ese modelo es una vuelta atrás a la etapa previa de lo que se inició en 2003.

En el medio de estos dos no aparece una propuesta diferente. O sea, creo que eso es la puja.

Creo que lo que vote la gente va a depender de si esta puja entre dos modelos queda claramente expresada.

-En 2015, ¿imaginás un escenario parecido a 2003, en la fragmentación de propuestas?

-Yo diría que hay un vínculo con el año 2003, que fue una crisis de los partidos a nivel institucional, donde no había una expresión clara de los distintos sectores, por eso fue todo tan fragmentado.

Año 2015, me parece que está más clara una propuesta que es la que lleva hasta acá gobernando y que llega en un momento de crecimiento y todavía mostrando nuevos elementos en ese interín.

No es una propuesta que llegue en crisis ni es el fin de su ciclo. Ahí va a haber una propuesta. 

Del otro lado, está el interrogante de qué va a pasar. Si contra eso habrá una propuesta unificada, una candidatura, una expresión clara o distintas expresiones ambiguas, que es lo que se ve al momento.

Esa es mi duda. Del lugar del que estamos hablando (el kirchnerismo), yo me imagino una propuesta clara y un candidato concreto. Del otro lado lo veo bastante oscuro.

-Si tuvieras que elegir un candidato que represente, realmente, la continuidad. ¿Cuál elegirías?

-Sin duda, a Cristina Fernández de Kirchner (sonríe).

-¿Y sin ella?

-Lo más interesante es que haya un candidato que exprese esa propuesta y todavía no aparece. Además, tiene que ser un candidato que pueda reunir a todas las fuerzas kirchneristas; creo que ese candidato todavía no aparece. Puede ser alguno de los que están presentándose como precandidatos u otro.

(Al decir la palabra “otro”, levanta las cejas, mira fijamente y se ríe. Hace una breve pausa y le pone el remate). 

No sería la primera vez que el kirchnerismo saca un conejo de la galera.

-¿Tenés opinión sobre Córdoba?

-Estoy tomando datos en estas horas sobre Córdoba. Me parece que Villa María es un lugar muy particular para tomar datos. A Accastello lo conozco como el referente del kirchnerismo que hay en Córdoba.