Finalmente no hubo acuerdo con la propietaria de un campo por el que se preveía continuar la construcción del terraplén con el que Villa Nueva busca evitar que una creciente del río Ctalamochita golpee su zona urbana. Ahora, se modificará el plan original y se bordeará ese terreno hasta que la montaña llegue a la ruta provincial 2.
La versión fue confirmada por el concejal justicialista Natalio Graglia ayer a la mañana, una vez que finalizó la sesión del Concejo Deliberante. “Estuvimos en comunicación con (Juan Pablo) Brarda, de Recursos Hídricos de la Provincia y la idea es rodear ese campo al que no podemos entrar”, afirmó el edil abordado por EL DIARIO.
“Esto tiene una ventaja, porque el campo queda a un nivel más alto, por lo que hará por sí mismo de contención”, expresó el funcionario, quien advirtió que “por otro lado, de ocurrir otra creciente, ese terreno podría tener consecuencias mayores a las que sufriera si se hubiese permitido que se realice esta obra”.
El exsecretario de Gobierno y Desarrollo Urbano aseguró que con el avance de obra que tiene el terraplén hasta la actualidad, en caso de producirse una crecida del Ctalamochita “no nos demandaría más de medio día llevarlo hasta la ruta”. “Aún no lo finalizamos porque se dio esta circunstancia con el campo y porque no hay anuncios de una eventual crecida, pero el tiempo existente entre una supuesta apertura del dique Piedras Moras y su reflejo en la ciudad nos permitiría concluirlo”, aseveró.
El terraplén llegará hasta la ruta 2. El agua pasará ese camino por los tubos que se colocaron en abril pasado bajo la carpeta asfáltica. “La obra es para impedir que el agua ingrese a la ciudad. Termina en la ruta y sería casi una continuidad de la Almirante Brown, para que el caudal no llegue a la zona urbana, sino que se desvíe hacia los campos, pero no es una desviación hacia una zona donde el agua no iría, ya que sin el terraplén ingresaría a la ciudad y luego repercutiría en esos mismos sectores”, agregó. Por eso, negó que se perjudiquen algunos ámbitos en beneficio de la preservación de otros.
Consultado sobre las condiciones en que se encuentra El Zanjón, precisamente el punto hacia el cual se dirigirá el caudal hídrico con este terraplén, admitió que “tiene mugre, algo difícil de revertir por la lejanía que tiene”. “Se trata de mantener limpio, tiene carteles, la Policía aparece, pero no alcanza”, manifestó.
“La idea es hacer una limpieza cada tanto para mantener en buen estado debajo del puente, algo que no se puede hacer a diario por una cuestión presupuestaria, pero sí cada cierta cantidad de meses, de todas formas si viene poca agua las condiciones pueden obstruir su paso, pero si llega mucha agua correría sin problemas”, especificó.
Además, aclaró que de repetirse el fenómeno sucedido en febrero pasado también se obstruirá la calle Almirante Brown, “para que el agua no ingrese a barrios El Vallecito y Los Olmos”.
“La experiencia que nos dejó lo sucedido es buena en el sentido de que sabemos dónde estamos parados, lo que no sabemos es el caudal que puede venir, porque cuando se produjo la creciente no pensábamos que fuera de la magnitud que tuvo. La cuestión es estar preparado y creo que con este terraplén soportaríamos una creciente similar o un poco mayor, el tema es que no podemos conocer a qué dimensión podría llegar un fenómeno de esta naturaleza”, declaró finalmente.
