Escribe: Jesús Chirino
No sólo los proyectos que pudieron concretarse son parte de la historia de nuestras ciudades, cuando miramos el pasado también debemos rescatar aquellos otros que no pudieron concretarse pero que igual dejaron sus huellas.
El ensayista Horacio Vázquez-Rial, dice que “La historia no es una sucesión de acontecimientos sino un relato” y es algo bastante cierto, más allá de cualquier recaudo científico. Dado que el pasado no puede volver a suceder en el presente, en este seguir sus rastros producimos recortes, selecciones e interpretaciones. Quizás es por eso que algunos hechos suelen quedar al costado del camino, casi olvidados. En esta oportunidad rescatamos algunos elementos de un proyecto que no terminó de concretarse, como lo fue el intento de construir un edificio para el Hospital Regional.
De Villa Nueva a Córdoba
El diez de setiembre de 1947, el comisionado municipal de Villa Nueva, Manuel Modesto Moreno, lideró una comisión de vecinos de esa localidad que visitó al interventor Federal de la provincia de Córdoba. El grupo expuso, ante el general Aristóbulo Vargas Belmonte, los problemas de la Villa que, según los ciudadanos, merecían inmediata atención.
El día posterior, el vespertino local “Heraldo” en su tapa tituló “Vecinos de Villa Nueva interesaron al interventor por diversos problemas”. En el artículo consta el nombre de cada integrante de la delegación. Así podemos saber que, representando a los comerciantes de la ciudad, viajó Clodoaldo Maestro, Ricardo Montagner lo hizo por los industriales. Santiago Giambroni presidió la comisión vecinal que también componían los integrantes de la comisión pro-hospital regional Antonio O. Pérez, Aníbal Olmedo acudió por el club “9 de Julio y Ferroviarios” de Villa Nueva, Braulio Fernández por el Sindicato de Oficios Varios, en tanto que Lorenzo Gorno lo hizo por el Sindicato de Obreros Panaderos.
Tiempos políticos
Un dato relevante, para entender el clima del momento, es que por entonces el sector peronista se encontraba inmerso en el clima electoral dado que, el veintiuno de setiembre de ese año, se desarrollaron elecciones internas en el sector.
Mediante el voto directo de los afiliados se eligieron treinta y cuatro convencionales nacionales constituyentes por la provincia de Córdoba.
Los elegidos, en diciembre, fueron los representantes cordobeses en el Congreso Constituyente “del partido de la revolución”, a nivel nacional. Luego de la presentación de cuestionamiento, por parte de sectores internos, el diez de octubre el Consejo Superior del partido peronista aprobó el acto electoral de Córdoba.
También debe recordarse que poco tiempo después, antes de diciembre, el general Vargas Belmonte designó a Manuel Modesto Moreno en el cargo de jefe Político departamental. Desde allí Moreno continuaría trabajando para aunar el peronismo departamental y superar las críticas que, militantes peronistas, dirigían hacia la figura del jefe provincial.
Fue en este clima, preelectoral, que los vecinos viajaron para que el interventor escuchara acerca de “la proyección de grandes obras de asistencia hospitalaria a realizarse en la misma –Villa Nueva- de acuerdo a prescripciones del Plan Quinquenal”.
Siete hectáreas
Los villanovenses solicitaron al interventor Federal que se le permitiera al municipio ceder siete hectáreas al Gobierno nacional, a fin de que en las mismas se erigiera el demandado Hospital Regional. En la edición del martes dos de diciembre de 1947 el “Heraldo” señaló que según la Secretaría de Salud Pública no faltaba mucho para el inicio de la obra. En aquellos primeros días de diciembre el diario informó que la construcción se iniciaría “a fines del corriente año” aclarando que el edificio “...según se ha enunciado oportunamente, se erigirá en la vecina Villa Nueva”.
Haciéndose eco de las aspiraciones de los vecinos el periodista señaló que “La iniciación de las obras de referencia, constituirá un acontecimiento auspicioso, tanto para la vecina villa, como para nuestra ciudad y poblaciones de la zona, ya que el establecimiento hospitalario a construirse llenará una sentida necesidad en la región, supeditada hasta ahora a los escasos y deficientes servicios que presta el Hospital Pasteur”.
También se destacaba que las obras demandarían “…gran cantidad de materiales de construcción y la ocupación de numerosos obreros del medio” cuestiones que aportarían al progreso de las dos ciudades vecinas.
En relación al Hospital Pasteur debe recordarse que entonces no pasaba por su mejor momento. La institución nacida al calor del entusiasmo y trabajo de los vecinos había entrado en crisis y se bregaba por su entrega a las autoridades estatales. En diciembre de ese año en la prensa local manifestó preocupación por la demora del traspaso. En el “Heraldo” se dijo que “Sin nada que lo justifique, sigue dilatándose la tantas veces anunciada entrega del Hospital Pasteur al Gobierno nacional, cuya Secretaría de Salud Pública debe hacerse cargo del establecimiento, para substraerlo de su actual estado de institución benéfica…”. En estas pocas palabras puede verse el cambio de modelo de atención en salud instaurado en el país al calor de la redefinición del rol estatal que se dio en la época.
El proyecto del edificio nuevo para un hospital regional en la ciudad de Villa Nueva, sería demorado hasta no poder concretarse tal cual estuvo planificado. En el presente, por la demanda de trabajadores del Pasteur y una comisión multisectorial compuesta por diferentes organizaciones, el poder político debió hacerse cargo de la demanda de un nuevo edificio para ese hospital. Por ahora está el proyecto, resulta necesario que se concrete.
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