“Verduras recién cortadas de una huerta libre de agroquímicos, pastas caseras integrales y sin conservantes, cosméticos naturales, huevos de campo y miel de monte son algunos de los productos que se pueden comprar en la Feria Agroecológica de Córdoba. Tiene casi un año de vida y no para de crecer en stands y visitantes. Funciona, de 9.30 a 14, los segundos y cuartos sábado de cada mes en Ciudad Universitaria, cerca de la Escuela de Ciencias de la Información”. La información era proporcionada por La Voz del Interior semanas atrás.
Los 40 “puesteros” de esa feria forman parte del movimiento creciente, crepitante, que queremos describir en este suplemento. Ellos son, en su mayoría, familias del Gran Córdoba y las Sierras Chicas que producen para su autoabastecimiento y venden los excedentes en la feria. En cada encuentro se venden unos 30 mil pesos.
Organizan sus propios cursos de capacitación para compartir conocimientos y dejaron algunos conceptos al periodista Lucas Viano:
Graciela F. “Al comprar en la feria, te das cuenta de las alteraciones que sufren las verduras por los agroquímicos”.
Antonio C. “En 2011, la cooperativa San Carlos decidió cambiar hacia la agroecología y vender directo al consumidor”.
Gisela Giraudo. “Somos seis mujeres de Mi Granja con quintas. Producimos para nosotras y el resto lo vendemos acá”.
Experiencias similares se están viviendo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es más, Tecnópolis cerró días atrás con una feria similar y charlas de divulgación sobre el particular.
La historia que nació en Australia en 1970 y que se sembró en nuestras tierras comenzando por las patagónicas de El Bolsón, crece por todo el país.
¿Qué esperás para encargar tu bolsón?
S. V.