En 1996, a los 22 años de edad, Ignacio Etchegaray falleció de mesotelioma pleural.
La enfermedad era desconocida para la familia y así fue como la mamá de Ignacio, Lucy Suárez de Etchegaray, comenzó a investigar y dar a conocer los riesgos de la exposición al amianto.
Tiempo después, la hermana de Ignacio, Georgina, trabajó intensamente en el tema.
Esto motivó que presentara una comunicación al Simposio Internacional de medio Ambiente y que su trabajo fuera elegido. Al terminar la disertación, una catarata de preguntas sobre el particular demostró el interés del auditorio en el amianto y sus consecuencias.
Tanto avanzó en la difusión del tema que este año, la audiencia pública que se realiza en el simposio tratará sobre amianto.
Ella es además la abogada patrocinante, junto a Enrique Sigifredo, de la familia Cardozo en el juicio contra las importadoras de amianto que se sustancia en los Tribunales Federales de Bell Ville.
Es una lucha que llevan adelante porque saben que la vida de Ignacio no se la devolverán, pero difundiendo los riesgos pueden evitar que ocurran más casos.