La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) suspendió ayer “por tiempo indeterminado” al árbitro Andrés Merlos debido a su escandalosa actuación en el partido que Lanús le ganó a Arsenal 3-2, en su estadio “La Fortaleza”, por la 15ta. fecha del Campeonato de Primera División.
Además, adelantó que será excluido de la lista de jueces internacionales que la máxima institución del fútbol nacional, a través de su Colegio de Arbitros, envió a la FIFA para su aprobación en enero del año próximo, y se indicó que en su remplazo quedará Pablo Díaz.
La ascendente carrera de Merlos terminó entonces por complicarse en poco tiempo.
Pero para llegar a lo más alto, el árbitro nativo de San Rafael (Mendoza), debió “hacerse” desde los torneos de ascenso. Y en este caso, quien lo tiene muy en cuenta fue Alumni, a quien dirigió en dos encuentros inolvidables. Dos partidos que marcaron nada menos que la permanencia del equipo villamariense.
El 24 de junio de 2012, Merlos fue el árbitro del partido que Alumni empató 1-1 ante Deportivo Roca de Río Negro. Se trataba de la revancha de la Promoción y el empate resultó suficiente para que Alumni (que había goleado en la ida) se quedara en la tercera categoría del fútbol argentino.
“Tuvo un arbitraje sin grandes manchas. Al principio obvió un penal a (Marcos) Godoy, aunque la falta no pareció visualizarse de espaldas, sí de frente a la jugada, que es discutible. En las expulsiones, nada que reprochar. Los asistentes no acertaron demasiado, pero el arbitraje no dejó cuestionamientos”, señaló EL DIARIO, por entonces.
Merlos había expulsado a uno por lado: Castro, en Roca, y Federico Silvestre, en el equipo villamariense, que era conducido por José “Pistola” Vázquez.
La noche de Scalzo
El otro partido decisivo de Alumni que arbitró Merlos fue el 27 de abril del año pasado, en el Mario Kempes, cuando Jonathan Scalzo se convirtió en el héroe fortinero, atajando dos penales ante Racing de Córdoba, que perdió la categoría en esa reválida.
El partido también había terminado igualado, pero sin goles, entonces tenían que definir por penales y allí Scalzo fue el responsable de la gesta fortinera.
Merlos, durante los 90 minutos, dejó una polémica cuando le anuló un gol al delantero “académico”, Nicolás Bubas, por una falta previa.
El técnico del equipo villamariense era Héctor Arzubialde, quien precisamente volvió esta temporada al club.
Merlos también dirigió otros partidos de Alumni, uno de los cuales lo perjudicó, en la “Placita”, al no cobrar dos penales ante Libertad de Sunchales, que terminó goleando 4-1.
“Indefendible”
El Sindicato de Arbitros de la República Argentina (SADRA) avaló la decisión a través de su director general Guillermo Marconi, quien calificó de “indefendible” la tarea de Merlos en el partido Lanús 3 - Arsenal 2.
“No puedo defender una situación así, es de sentido común, tiene que ver con la credibilidad”, justificó en relación a la sanción impuesta sobre su afiliado.
“El presidente (de AFA) Segura se comunicó conmigo para informarme que Merlos fue suspendido por tiempo indeterminado y que también se ha resuelto bajarlo de la lista de internacionales”, expresó.
Marconi compartió la medida de la entidad de la calle Viamonte y desvinculó esa postura de posibles sospechas sobre su honestidad. “Es un hecho grave lo que pasó, un bochorno de conmoción deportiva. La realidad indica que lo sucedido amerita que este árbitro no esté en condiciones de dirigir a futuro”, apuntó.
Merlos quedó en el centro de la polémica por su actuación en el partido que abrió la 15ta. fecha de Primera División. Con el marcador 2-1 para Arsenal, decidió una excesiva adición de cinco minutos y el local llegó al empate apenas unos segundos pasados ese lapso.
Ante las protestas del técnico de Arsenal, Martín Palermo, y sus colaboradores, Merlos volvió a agregar un minuto cuando correspondía que lo terminara y Lanús logró el tanto del triunfo, otra vez fuera del término anunciado por el juez y en una jugada que tuvo una mano evidente del delantero Silvio Romero.
Lo que siguió fue un escándalo de proporciones sobre el campo de juego, con todos los miembros de Arsenal lanzados con ira sobre el árbitro y una nube de policías y custodios privados intentando dispersarlos.
“Tengo que reconocer que me equivoqué en el último minuto, no puedo decir nada más”, admitió el juez a Radio del Sol de Pehuajó, donde estuvo para dirigir el partido entre Atlético San Martín y Deportivo Argentino por la liga local.
“Todos somos personas y nos podemos equivocar, pero las agresiones no tienen justificativo. Hasta que no se entienda esto, nada va a cambiar en el fútbol argentino”, declaró el árbitro en repudio a la actitud de los protagonistas de Sarandí.
Merlos nació en San Rafael, Mendoza, el 8 de mayo de 1981 y debutó en Primera División el 18 de mayo del año pasado en un encuentro entre Atlético de Rafaela y Estudiantes.
Tres expulsados
Merlos informó ayer que expulsó a tres jugadores de Arsenal tras el final escandaloso del viernes.
Los expulsados fueron Ramiro Carrera, Iván Marcone y Federico Rasic, y también el entrenador Martín Palermo, su ayudante de campo Roberto Abbondanzieri, el preparador físico Gastón Mendoza y el kinesiólogo José Villafañe.
Merlos decidió expulsarlos una vez que finalizó el escandaloso triunfo del viernes pasado de Lanús sobre el equipo de Sarandí.
“A los tres futbolistas (quienes están citados para declarar hoy a las 18) le darán una fecha de suspensión como mínimo”, le confió a Télam una fuente del Tribunal de Disciplina de la AFA.
Además Merlos informó que dio el partido “por terminado” con la victoria de Lanús sobre Arsenal por 3-2.
Por último, desde la AFA confirmaron que Arsenal no presentó ninguna queja por el resultado final del partido, más allá de las declaraciones que realizó su presidente Julio Ricardo Grondona.
Durísimo
El presidente de Boca, Daniel Angelici, sostuvo ayer que Andrés Merlos “ya tendría el telegrama de despido en su casa” si fuese un empleado de sus empresas, una de las cuales está en Villa María.
“No soy de hablar de los árbitros ni cuando me benefician ni cuando me perjudican pero esto no, es demasiado. Si fuese por mí, Merlos no dirige nunca más. Ya tendría el telegrama de despido en su casa si fuese empleado de mis empresas”, aseguró Angelici, un empresario se desempeña en el rubro del juego que, precisamente, es dueño del único bingo que se encuentra en la ciudad.
