Para Martín:
Ayer, cuando te vi, como todos los sábados, sentado, sonriente y pulcro como nunca, me despertaste tanta ternura que me acerqué a darte un beso.
Siempre eras el primero en llegar, ocupando la misma mesa; a veces de riguroso traje y otras, más informal, pero siempre prolijo.
Me faltaba siempre tiempo para sentarme a conversar con vos y preguntarte de dónde eras, si tenías hijos o si eras feliz en el Hogar de Ancianos (donde vivías). Sólo sabía tu nombre, Martín Pérez, y que tenías 80 y pico de años. Me faltó tiempo...
A mitad de la noche se acercaron a avisarnos que había una persona descompuesta y nos pidieron que llamáramos al servicio de urgencias, algo que hice sin demora.
Respondiendo a las preguntas de rigor del servicio, observo que entre cuatro personas te traían desde tu mesa a la sede para que estuvieras más cómodo y con mejor ventilación, para que quienes se encontraban en el lugar no se amontonaran queriendo saber qué es lo que te pasaba. Y eras vos, Martín...
Y el tiempo, Martín, otra vez el tiempo. Los segundos nos parecían horas viendo a “Lalo” -quien, además de colaborar en el club cada sábado, integra la comisión y es enfermero- realizarte los primeros auxilios con voz preocupada. El trataba de que reaccionaras diciéndote “vamos, Martín” una y otra vez. El tiempo transcurría lento, tanto que también llamamos a los Bomberos Voluntarios. Hasta que llegó la ambulancia y así, casi sin tiempo, te llevaron.
Sin saber qué hacer, nos quedamos azorados y preocupados. Llamando a la Guardia del Hospital continuamente para saber sobre tu evolución, al final de la noche, casi de madrugada, nos comunicaron la triste noticia de tu partida.
Se ha ido Martín Pérez, de 80 y pico de años, que vivía en el Hogar Municipal de Ancianos. El próximo sábado estará su lugar vacío, pero en nuestros corazones estarás ocupando un lugar muy especial.
¡Hasta siempre, Martín!
María Cristina Machado,
presidenta del Club de Abuelos
José Manuel Estrada
DNI 13.548.403