Mandaron (desde el Ejecutivo) tres camiones a recolectar basura con trabajadores jornaleros, bajo amenaza de perder su changa", denunciaron dirigentes del Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (SUOEM) que, además, al advertir la maniobra, fueron interceptados por personal policial enviado desde el municipio. Esa fue la peor de las réplicas para tratar de arribar a un acuerdo.
Los trabajadores municipales de James Craik volvieron a manifestar ayer frente al municipio para reclamar por mejores condiciones de trabajo y otros ítems, entre los que está el pedido de un bono de fin de año de 1.500 pesos. También molestó que no se haya trasladado al lunes o al viernes por haber sido sábado en esta oportunidad.
Desde las 6, los empleados se apostaron frente al Palacio Municipal "18 de Marzo", esperando ser recibidos por las autoridades de la administración que lidera el intendente, Hugo Graieb.
"El lunes tuvimos dos reuniones con los secretarios, tuvimos la discusión habitual hasta llegar a un acuerdo, pero cuando fueron a pasar en limpio la contrapropuesta con el intendente, éste se las bochó", narraron los dirigentes gremiales del SUOEM, el delegado craikense Sergio Carranza y el secretario del Interior, Raúl Villegas (ambos de la Comisión Directiva).
Los puntos que reclaman, enumeraron Carranza y Villegas, son "atraso en el pago de los salarios, ya que debían hacerlo para esa fecha, como último día hábil para efectivizarlo, pero resulta que depositaron el lunes y dejaron el fin de semana a los trabajadores sin siquiera un adelanto, justo cuando se festejaba el Día del Empleado Municipal, fecha que, además, el Ejecutivo se negó a cambiar, cuando en otras oportunidades que cayó miércoles se lo trasladó a lunes o viernes". "Nos argumentaron que el Gobierno nacional ya puso demasiados feriados; eso no tiene que ver con el festejo del día de los trabajadores municipales, que está en el Estatuto", añadieron.
Recontrapropuesta
En tercer lugar, por hacer un orden de reclamos, aparece la solicitud de un bono de fin de año. Si bien el inicio aparece por los 1.500 pesos, hubo contra y recontrapropuesta para tratar de llegar a un acuerdo entre las partes. Incluso, los trabajadores deslizaron la posibilidad de hacer una parte en efectivo y la mayoría en tickets para un supermercado, pero de ninguna manera aceptarían que se les entregue un clásico bolsón de fiestas porque lo consideran "demagógico". "No queremos que nos elijan el pan dulce y la sidra", ironizó Carranza.
En cuarto lugar, pero no menos importante, "mencionaron las condiciones de trabajo de quienes recolectan la basura, ya que "no cuentan con las medidas de seguridad mínima y también deja mucho que desear lo que hace a higiene". Al respecto, los sindicalistas marcaron que el camión en el que realizan la tarea "es un camión volcador, no cuenta con estribos ni agarres y, en muchas oportunidades, tienen que ir parados o sentados sobre las mismas bolsas de basura".
En el mismo sentido, "el municipio no está cumpliendo con dotar de la ropa de trabajo (lo que debe hacer entre septiembre y octubre) y se le reclama desde hace un mes". Otro de los pedidos, puntualizó Carranza, fue "que los camiones de desagote no arrojasen esos líquidos en el mismo predio, lo que ahora parece que se cumple".
Cumplir el Estatuto
Otra de las discusiones es "la pelea por el cumplimiento del Estatuto, porque desde el Ejecutivo quieren eliminar las comisiones directivas del sindicato y quitar las licencias gremiales; las darían, pero sin goce de haberes. No podemos permitir que se avance en eso porque sentaría un precedente contra todos los gremios y no hay que dejar esa puerta abierta, son conquistas de todos los trabajadores. También estamos pidiendo que se reconozcan todas las categorías porque llegan a la 18 en lugar de a las 24 que tenemos en nuestro Estatuto", indicó Villegas.
Negar todo
Los trabajadores subrayaron que en la jornada de retención de actividades se mantuvo guardias mínimas en lo que hace a hospital, geriátrico y guardería.
Desde las 6 sonaron bombas de estruendo, dando cuenta a la comunidad de la situación. Con el correr de las horas, los gremialistas reclamaron ser atendidos, pero luego de idas y venidas y de un cruce mediático, integrantes del Ejecutivo endilgaron a los representantes de los empleados no haberse reunido hasta entonces.
Pasadas las 12.30, las partes accedieron a la mesa de negociaciones, reunión que se extendió por al menos una hora y que avanzó en un posible acuerdo: atender algunos puntos de manera parcial, solucionar a futuro no muy lejano la caja del camión recolector de residuos remplazándola por un equipo compactador (aunque, en medios radiales craikenses, uno de los secretarios arriesgó que esto podría reducir las fuentes de trabajo) y un bono de fin de año que se podría otorgar en dos partes de 500 pesos. De todas maneras, resta el visto bueno de Graieb.
Son "más de 80 trabajadores entre contratados y permanentes y unos 40 jornaleros", aseguró Carranza, "que esperan una respuesta" para hoy, ya que mantienen el estado de asamblea permanente con retención de tareas.
"James Craik es la única municipalidad donde no nos atiende el intendente; se negocia y acuerda con los secretarios y después volvemos a cero", se quejó Villegas mientras Graieb recibía a un proveedor.