“Este es un joven que tenía problemas de consumo de distintas sustancias tóxicas y venía infringiendo la Ley Penal”, fueron las primeras declaraciones de la jueza de Niñez, Adolescencia y Familia, Cecilia Fernández, ante los periodistas durante la mañana de ayer. 

Señaló, a renglón seguido, que “hace ya bastante tiempo que se vienen tomando distintas medidas a los fines de sacarlo… que eso es lo que pretende la Justicia de Menores… (para que) modifiquen sus conductas de vida y, por otra parte, que sea objeto de algún tipo de tratamiento para eliminar esas prácticas de consumo de sustancias tóxicas”, añadió la funcionaria.

 

Antecedentes

 

Fernández relató que “el joven es preventivamente detenido por un hecho presumiblemente de tentativa de robo” e inmediatamente dio cuenta “de todos los antecedentes en el Tribunal y de todas las medidas que (se) han tomado, pero que no han dado resultado”.

Al respecto mencionó que el chico fue “internado en institutos para algunos tratamientos específicos, se lo puso en guarda bajo los padres, libertad asistida, internación y media internación”, aunque reconoció que “todo lo que se hizo no funcionó”.

“Por esta razón -apuntó la jueza- dispuse que sea la tercera resolución que dicto entre septiembre y noviembre, modificando medidas disciplinares tratando de ver cómo lo podemos contener a este joven. Es así que quedó bajo la guarda de los progenitores y con asistencia a la Casa de Medio Camino, que depende del municipio”. 

 

Ultimas horas

 

“Eso tampoco dio resultado porque aparentemente este chico habría vuelto a infringir la Ley Penal. Digo aparentemente porque está en el sumario, se está investigando”, explicó la magistrada. 

Entonces, prosiguió Fernández, “ante la preocupación nuestra por la salud, para garantizar el derecho a la salud del menor y para retirarlo del circuito delictivo dispuse la internación en una institución dependiente y bajo la guarda del CENAF para que se le dé el tratamiento específico”.

La jueza confirmó que el menor “se tragó una tapita de gaseosa, pero que la expulsó de manera inmediata y fue atendido en el Hospital”, desde donde “se dio la autorización para que se pudiera hacer el traslado, lo que hizo la Policía de Menores, a Córdoba”. 

Fernández apuntó que “la operatoria por la que se produce la internación es previa a ir al instituto o al Complejo Esperanza”, por lo que antes pasó “por Policía Judicial donde está el cuerpo médico que lo va a revisar para ver en qué estado llegó el joven cuando va desde Villa María a Córdoba”. 

“Cuando llegó a Córdoba -dijo la jueza villamariense- se evaluó que era necesario que, antes de llevarlo al instituto, había que llevarlo a un neuropsiquiátrico porque este chico estaba muy alterado, muy excitado”. 

Fernández precisó que en ese nosocomio “fue medicado, le hizo la evaluación el médico que lo atendió y, después, ya estuvo en condiciones de ser trasladado al Complejo Esperanza previo a pasar por Policía Judicial para poner en conocimiento y para efectivizar el traslado”.

“Cuando llegó el joven a este lugar estaba descompuesto. Allí se le hizo una reanimación (porque) estaba allí la médica del complejo, por lo que se procedió a trasladarlo (la médica aconsejó) al Hospital de Urgencias. Allí el joven llegó con vida y después, según la información que yo manejo, tuvo otro problema que le ocasionó la muerte”, relató la jueza, quien añadió que, “como es una muerte de etiología dudosa y en estas circunstancias, interviene el fiscal de la ciudad de Córdoba porque allí se produce el deceso”. 

“Una vez que esté hecha la autopsia sabremos la causa eficiente de la muerte y qué es lo que ha ocurrido”, concluyó la jueza.