El testigo Carlos Raimundo Moore afirmó hoy que durante la represión de la última dictadura cívico militar, el Departamento de Informaciones de la Policía de la Provincia (D2), "se volvió un estado dentro del Estado", y añadió que quienes prestaban servicio en ese lugar "asesinaban, secuestraban y ponían bombas".
Moore declaró hoy por sistema de videoconferencia desde Londres, en el marco del juicio que se lleva a cabo en los Tribunales Federales de Córdoba, por crímenes de lesa humanidad cometidos en el Centro Clandestino de Detención, Torturas y Exterminio La Perla, a la vera de la ruta 20.
El testigo formaba parte del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y fue preso el 13 de noviembre de 1974 por su participación en el copamiento armado a la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María, ocurrido el 10 de agosto de ese año, junto a su esposa, Mónica Elena Cáceres.
Ambos permanecieron en el D2 seis años. El 13 de noviembre de 1980, unos meses después de que Cáceres recuperara la libertad y abandonara el país, Moore se fugó en situaciones todavía confusas y se reencontró con su familia en Brasil.
Moore indicó que "el D2 se volvió un estado dentro del Estado, eso fue a fines del 74, principios del 75. Estaban los policías de escuela y los de la Triple A, los súpernumerarios, y la primera bomba que armaron se la pusieron a La Voz del Interior. Y armaron otra bomba en una piecita que daba a la placita del Fundador".