El siguiente relato está basado en hechos reales.
@ La llamada
(Síntesis de una llamada efectuada desde nuestra Redacción a un motel, para confirmar los datos revelados por una fuente policial extraoficial): - Lo llamo para preguntar si en la madrugada del sábado tuvieron algún problema con unas parejitas que se metieron en una misma habitación y no quisieron pagar el doble, como corresponde... - No... ¿usted también llama desde la Policía?
@ La conversación
(Síntesis de una charla en una sucursal bancaria entre un empleado y un policía de adicional, escuchada por un cronista): - Esta chica con la que estoy hablando en el CAP por lo de la alarma, ¿también estuvo en la fiestita del "telo"? - No, ella no; eran otras dos.
@ La fiesta inolvidable
Ocurrió en la madrugada del sábado 7, cuando los chicos (y las chicas) terminaron el asado con el que celebraron que ya se les había asignado destino. Aunque a juzgar por su conducta, pareciera que no tienen destino: en lugar de irse a casa se fueron al "telo". Se metieron los cuatro "de canuto" a la misma habitación y armaron una fiestita que no pasó inadvertida para los empleados del motel. Claro, enseguida se dieron cuenta de que en el interior de la pieza había más de dos personas, por lo que a la salida les quisieron cobrar el doble. Y a ellos no se les ocurrió mejor idea que hacer público ese acto privado, esgrimiendo su condición de policías para que les abrieran el portón. Con semejante comportamiento, quién iba a creerles. Fue por eso que llamaron "a la Policía". Y le tocó a un flamante comisario acudir y encontrarse con semejante cuadro. Tuvo que "parar la pelota" y salir de garantía, comprometiéndose a que los subordinados irían por la mañana a abonar. Cabe esperar que ese superior inicie el sumario correspondiente y les saque la "tarjeta amarilla". Nos reservamos los nombres de los cuatro "ratones" y del gato con botas que los cazó pero, a decir verdad, ya los conoce media ciudad. El viernes, sin ir más lejos, era el comentario jocoso entre el empleado de un banco y uno de los adicionales.
@ Una raya más al uniforme
El año había empezado mal. Primero, las tres agentes que destruyeron un móvil en Tío Pujio a las dos de la mañana viniendo de... Después, el espectacular choque entre policías en acción, en Sarmiento y las vías, unos contra otros... Pero bueno, así como contamos las malas, también les dimos los amplios espacios que se merecieron a medida que los agentes de Investigaciones iban esclareciendo el cuantioso robo a la Joyería Caruso. Y en eso estaba la cosa, con la imagen repuntando, cuando estos cuatro van y meten la pata otra vez, de vuelta, de nuevo, nuevamente... Cabe preguntar quiénes son los que manchan el uniforme y la imagen de la institución.
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