La Cooperativa de Agua Potable y Cloacas (Capyclo) de Villa Nueva planteó una reestructuración tarifaria que busca tener en cuenta una fórmula más equitativa en la formación del precio, según explicó su presidente Sergio Pons a EL DIARIO.
Ese pedido y el de ajustar los ingresos de la planta de tratamiento de afluentes cloacales ya llegó a los concejales.
“Lo que nos demanda la planta de tratamiento es lo que realmente hoy nos está provocando un desfasaje de costos importantes”, informó Pons a este matutino.
Esto, porque “la planta ha quedado chica, la ciudad creció mucho y lo continúa haciendo”.
“Estamos necesitando hacer inversiones muy importantes y no tenemos recursos”, admitió. Consultado sobre montos de esa inversión, especificó que al menos se requieren dos millones de pesos para los próximos 18 ó 24 meses.
La tarifa
Cuando se le planteó qué fórmula proponen a los ediles para lograr una tarifa más equitativa para la ciudadanía, evitó dar demasiados detalles aunque brindó un pantallazo.
“Es un tema a discutir y no puedo adelantar nada. En principio, el criterio sería tratar de, entre comillas, ajustar los costos hacia arriba en los mayores consumos. Usar el consumo como la variable de ajuste”, especificó.
“Esto apuntaría -continuó-, por un lado, a fomentar el ahorro de un recurso tan vital como es el agua, y por otro lado podríamos llegar a bajar los costos en las familias de menor consumo de agua que son generalmente las familias que presentan las mayores carencias”.
En cuanto a la situación financiera de la entidad, confirmó que hay equilibrio en los números para la operatividad. “Operativamente está en equilibrio, pero este año volveremos a cerrar con un número ligeramente deficitario, aunque eso no afecta al desarrollo de la cooperativa”, afirmó.
Además, reveló que “si discriminamos costos e ingresos de agua y cloacas vemos que el déficit lo estamos teniendo en cloacas y no en agua, entonces tenemos que apuntar a eso”.
Necesidad de reglamentar
Otro aspecto puesto sobre la mesa de debate por la cooperativa es el de la necesidad de que se elabore un reglamento.
“Se necesita un reglamento de prestación de servicios que no tenemos”, apuntó. “El marco regulador de servicios públicos de la provincia establece cuáles son las características de los efluentes domiciliarios que se pueden volcar a una red cloacal y nosotros no tenemos la facultad de controlar ni castigar ni penar el tipo de efluentes que se vuelcan”.
Entonces, entre los efluentes “existe desde agua de lluvia (lo que hace que en días de lluvia colapse el sistema porque por la deficiencia de desagües que tiene la ciudad la gente para no inundarse la tira en las cloacas y explota por otro lado) hasta algunos volcamientos que pueden contener hidrocarburos, materiales grasos, materiales con carga orgánica demasiado alta que nos rompe muchas veces el equilibrio bacteriológico de las lagunas y demás, y no hay un reglamento”.
“No hay quién lo pueda controlar y nosotros no tenemos poder de policía”, subrayó.
Marco. La empresa de economía social cuenta con 6.500 usuarios de agua aproximadamente y algo menos en cloacas. El consumo promedio mensual de una familia tipo es de alrededor de 13 mil litros de agua, que deviene en una factura media de 100 pesos, según datos aportados a este diario.