Sencillo y correcto, cálido y discreto, modesto y autosuficiente a la vez.
El joven cantante melódico Alex Ubago desplegó, en el Teatro Verdi el pasado jueves por la noche, un show acústico preciso, sin sobresaltos y con la solvencia ganada de una serie de recitales similares a cuestas.
Con su característico acento español y una bastante medida entrega a su público, fue desandando sus piezas de pulso romántico acompañado por su guitarra, su tecladista y el violero Carlos Vandera (exmúsico de Fito Páez). Mientras la mayoritaria platea femenina iba incrementando su pleitesía hacia el ídolo, el cantante trazó un repertorio de 18 temas (incluyendo dos sets programados de bises), donde no faltaron éxitos como “Me arrepiento” (primer tema del concierto), Amarrado a ti”, “Estar contigo”, “No te rindas”, “Viajar contigo”, el cover de Los Abuelos “Mil horas” y los híper coreados “Aunque no te pueda ver”, “Qué pides tú” y “Sin miedo a nada”, con el cual se despidiera de Villa María definitivamente. En su primera presentación en la sala mayor de nuestra ciudad, el artista convocó a más de 400 personas que arribaron de diferentes partes. Incluso, en pleno éxtasis del epílogo del show, entre las decenas de mujeres que se abalanzaron al filo del escenario (e incluso algunas de ellas llegaron a robarle besos y abrazos), se podía observar una bandera de Perú que intentaba ondear entre tantos brazos y celulares en alto. El fanatismo lo podía todo.
Juan Ramón Seia