Los tipos de cáncer de piel, según The Skin Cancer Foundation son los siguientes:
1. Carcinoma basocelular
Es el cáncer más frecuente en el humano, especialmente en la raza blanca, con continuo crecimiento de su incidencia en las últimas décadas, involucrando a grupos de personas cada vez más jóvenes.
La principal causa de su aparición es la exposición crónica a las radiaciones ultravioletas (RUV). Es por eso que frecuentemente estos tumores se los encuentra en la piel expuesta a las mismas, si bien pueden desarrollarse en zonas ocultas como genitales y cuero cabelludo con pelo.
En la actualidad se considera que tres de cada diez personas de raza blanca tienen la posibilidad de desarrollar un carcinoma basocelular.
Son tumores de crecimiento lento que excepcionalmente dan metástasis pero, sin tratamiento, pueden crecer y ser destructivos localmente y extenderse a áreas próximas pudiendo de esta forma invadir estructuras vitales como el ojo, nariz, conducto auditivo, etcétera.
Existen factores de riesgo para padecerlo:
• Piel clara y ojos claros.
• Exposición crónica a RUV naturales o artificiales (camas solares).
• Antecedente de quemaduras de sol.
• Localización geográfica con mayor intensidad de RUV.
• Disminución de la capa de ozono.
• Inmunodepresión.
• Genodermatosis. (Enfermedades hereditarias que predisponen al cáncer de piel).
• Exposición al arsénico (ingesta de agua con niveles elevados de arsénico).
• Exposición a radiaciones.
• Ulceras crónicas y cicatrices viejas.
Los signos clínicos que deben llamar la atención son:
• Lastimadura o úlcera que sangra y no cicatriza.
• Mancha rosada o área irritada que no desaparece.
• Bulto rosado de borde elevado que crece lentamente.
• Protuberancia o crecimiento de piel brillante.
• Cicatriz blanca donde no hubo lesión anterior.
Tratamiento:
El médico dermatólogo le aconsejará sobre el método indicado en cada circunstancia y acorde a cada paciente.
2. Carcinoma espinocelular
Es el segundo cáncer de piel en frecuencia de aparición. Puede desarrollarse sobre piel, mucosas o semimucosas de labio, boca, lengua, genitales y canal anal. Sin tratamiento este tumor puede invadir en profundidad, dar metástasis y llevar a la muerte.
La exposición crónica a la RUV causa la mayoría de los carcinomas espinocelulares. Esta es la razón por la cual aparecen en las zonas expuestas de la piel como la cara, pabellones auriculares, cuello, cuero cabelludo principalmente en calvos, dorso de manos, hombros, brazos, pecho y espalda.
Factores de riesgo:
• Piel clara y ojos claros.
• Exposición crónica a RUV naturales o artificiales (camas solares).
• Antecedente de quemaduras de sol.
• Localización geográfica con mayor intensidad de RUV.
• Disminución de la capa de ozono.
• Inmunodepresión.
• Genodermatosis. (Enfermedades hereditarias que predisponen al cáncer de piel)
• Exposición al arsénico (ingesta de agua con niveles elevados de arsénico).
• Exposición a radiaciones.
• Ulceras crónicas y cicatrices viejas.
• Dermatosis inflamatorias crónicas.
• Presencia de dermatosis precancerosas como las queratosis actínicas, leucoplasia o queilitis actínicas.
Los signos clínicos que deben llamar la atención son:
• Cicatriz áspera, costrosa y sangrante, que no cura.
• Elevación circunscripta que aumenta de tamaño rápidamente
• Crecimientos de piel similares a verrugas de superficie rugosa.
• Herida abierta que no cura.
3. Melanoma
El melanoma resulta de la transformación maligna del melanocito, célula responsable de la pigmentación de la piel. Puede comprometer piel y mucosas. Con una incidencia en aumento, es el tumor cutáneo más agresivo de los mencionados. Sin tratamiento da metástasis y lleva a la muerte.
Si bien se está estudiando sobre factores genéticos y niveles de susceptibilidad, se sabe que existe una asociación entre la exposición solar y el melanoma.
Dos tercios de los casos de melanoma se asocian a exposición solar. El patrón de exposición intermitente, fin de semana-vacaciones-actividades recreacionales, es el más importante en la génesis de este tumor.
Cualquier persona puede desarrollar un melanoma pero existen situaciones o condiciones predisponentes:
• Piel clara y ojos claros.
• Antecedentes de quemaduras solares frecuentes en la infancia y la adolescencia.
• Uso de camas solares.
• Presencia de múltiples lunares.
• Presencia de lunares atípicos (con bordes y color irregulares).
• Historia familiar o personal de melanoma.
Debemos sospechar la presencia de un melanoma cuando sobre la superficie de la piel vemos una mancha de color negra o marrón, en raras ocasiones rosada, nueva o que estaba y ha cambiado (lunar que cambia sus características). Por lo que es muy útil tener en cuenta las reglas del ABCD cuando realizamos el autoexamen, donde:
A- asimetría (cambios en la forma).
B- bordes (cambios en los bordes que se hacen más irregulares).
C- color: un solo color negro intenso o varios colores en una sola lesión.
D- diámetro (cambios en el tamaño).
E- Evolución (otras modificaciones).
Cabe recalcar que un porcentaje de estos tumores tienen una coloración rojiza, es el grupo de los melanomas amelanóticos, en los cuales los melanocitos no sintetizan el habitual pigmento.
El melanoma es un tumor potencialmente curable si se lo detecta precozmente, pero es mortal dejado a su libre evolución.
No podemos modificar el tipo de piel con el que nacimos, pero sí podemos prevenirnos de los daños de las radiaciones UV ya sean naturales del sol o artificiales como los de las camas solares.
Dra. Marcela Rodríguez
Mat. 31101/2
Dermatología Pediatría
Policonsultorios AMEL