¿Qué es la toxoplasmosis?
Es una de las zoonosis más difundidas mundialmente. Se estima que un tercio de la población mundial posee anticuerpos contra el parásito.
¿Quién la produce?
Es una enfermedad producida por un parásito denominado toxoplasma gondii que vive dentro de las células. La forma más evolucionada de este parásito habita en la pared del intestino de los gatos. A partir de esta forma se originan los huevos (ooquistes) que se expulsan con las heces. Estos después de aproximadamente cinco días se vuelven infectantes, siendo muy resistentes, llegando a sobrevivir años en el suelo, en condiciones favorables.
¿Cómo se transmite?
Los mamíferos, incluido el hombre, y las aves se infectan principalmente cuando ingieren los ooquistes infectantes del parásito.
El gato puede infectarse por la ingestión de estos ooquistes presentes en el suelo, por consumo de carne mal cocida o cuando caza pequeños roedores.
La forma de transmisión al ser humano es por ingestión de carne contaminada y mal cocida, por consumo de agua o verduras mal lavadas contaminadas con heces de gato.
Es importante aclarar que no es transmitida por contacto directo con felinos.
Otra vía importante de infección es por el manejo poco higiénico de excrementos de gato, de la bandeja sanitaria o cuando se trabaja en jardines, donde los gatos hayan depositado sus excrementos.
El riesgo mayor de contraer la enfermedad lo tienen las mujeres embarazadas. El problema surge cuando la mujer no ha tenido nunca contacto previo con el parásito y queda embarazada. Si durante el embarazo ingiere las formas infectivas del toxoplasma, es posible que ocurra una transmisión intrauterina al feto.
¿Cuáles son sus síntomas?
El gato generalmente no tiene manifestaciones clínicas y si las presenta son muy variables.
En las mujeres embarazadas la infección es congénita (intrauterina de la madre al feto) y la gravedad de los signos va a depender del estadío del embarazo en que se encuentre. Las más severas son al comienzo de la gestación con riesgo de aborto, partos prematuros y elevado número de patologías fetales.
Los pacientes inmunodeprimidos, como personas trasplantadas o portadores de VIH tienen alto riesgo de padecer gravemente la enfermedad.
¿Cómo se sabe si se ha tenido contacto previo con el parásito?
Para conocer si una persona o un gato han sido infectados previamente por toxoplasma se debe hacer un análisis de sangre buscando la presencia de anticuerpos contra este parásito.
Se estima que un 64% de los gatos son seropositivos a toxoplasma.
Recordar: la mujer embarazada es susceptible a la infección cuando no tiene anticuerpos contra toxoplasma.
¿Cómo se previene?
La prevención de la toxoplasmosis se aplica a todas las personas, pero merecen especial atención las mujeres embarazadas.
En líneas generales, la prevención debería centralizarse en la higiene, por lo tanto para evitar la enfermedad se debe tener en cuenta lo siguiente:
Recolectar diariamente las heces de los gatos y lavarse posteriormente muy bien las manos con agua y jabón. La limpieza no debe ser efectuada por personas inmunodeprimidas o mujeres embarazadas, pero en caso contrario, es imperativo el uso de guantes durante la tarea y el inmediato lavado de manos posteriormente a ella.
Limpiar diariamente la bandeja sanitaria de los gatos y lavarse bien las manos posteriormente. Ubicarla lejos de los ambientes donde se cocina y se come.
Usar guantes para las labores en el jardín y asearse muy bien después.
Combatir insectos que pueden ser portadores de las formas infectantes, como moscas y cucarachas.
Por otro lado, para evitar la trasmisión de toxoplasmosis a partir de los alimentos, es muy importante cocinar muy bien la carne, hasta que pierdan su color rojizo en el interior. Si se usa el microondas recordar que pueden quedar puntos fríos sin cocción y puede no llegar a destruir totalmente los ooquistes del parásito. Lavar muy bien las frutas y verduras, antes de consumirlas, con abundante agua potable.
¿Qué precauciones debe adoptar una mujer embarazada?
Fundamentalmente consiste en lavarse bien las manos después de toda actividad que conlleve un riesgo de infección.
Evitar el contacto con gatos desconocidos.
Si posee un gato como mascota extremar las medidas de higiene.
Nunca probar las comidas si no están bien cocinadas.
Respecto a los gatos:
Se deben alimentar preferentemente con un alimento comercial o en su defecto, con carne bien cocinada. No darle carne cruda y evitar que cacen roedores o pájaros.
Por último, acudir periódicamente a su veterinario de confianza para hacer las desparasitaciones correspondientes y tener su calendario de vacunación al día para la protección de su mascota y especialmente el de su familia.
Dra. Gabriela Demilta
Médica Veterinaria
MP: 3619