Hace 25 años, en 1989, Eduardo Omar Perrotta y María Nilda Forconi llegaron a Villa María, procedentes desde el Chaco, buscando nuevos horizontes y mejores oportunidades.
Una de las ideas comerciales que Eduardo traía en mente era abrir una pañalera. Pero llegó. Abundaban en la ciudad.
Entonces, como tenía contactos con gente que vendía libros y revistas usadas, no lo pensó mucho más: al fin y al cabo, su relación con la literatura, la historia, la política venían desde mucho antes; como lector, claro.
“Empezamos en el negocio vendiendo nuestros propios libros”, recuerda María Nilda.
Algunas llamadas, unos viajes, sumas y restas y “voilà”, comenzaba la historia de la librería hoy más antigua de la ciudad: Expolibro. Abrió sus puertas al público en la calle Buenos Aires, frente a la plaza Centenario, donde antes estaba la financiera Condecor (los memoriosos se acordarán de lo que hablamos).
Y desde aquel momento, Eduardo Omar Perrotta, empezó a ser conocido en la ciudad como “El Piojo”.
Tres domicilios, la misma dirección
Mucha agua pasó bajo el puente desde entonces, y Expolibro se mudó luego a la calle San Martín, frente a La Madrileña. Luego, como una célula que se reproduce, se dividió en dos y a la de la calle San Martín se le sumó una sucursal en el Paseo de la Villa, atendida por María Nilda, la esposa de Eduardo. Y finalmente, desde hace unos meses, concentraron toda la actividad en un amplio y muy buen iluminado local de dos plantas, ubicado en General Paz 257.
Hoy, a Eduardo “El Piojo” y a su esposa, María Nilda, se sumó para la atención al público Antonella, la hija de ambos, terminando de dar forma a la empresa familiar.
Y tan familiar es el negocio, que las dos empleadas que trabajan en la librería están “desde siempre” con ellos.
Estela Prado, desde hace 25 años.
Noemí Agüero, desde hace 22.
“Y sí, somos como de la familia”, asiente, sonriendo, Noemí.
Optimismo
En diálogo con este medio, María Nilda Forconi no duda en asegurar que “hace unos años, no se leía mucho, pero hoy hay una vuelta a la lectura. Sobre todo, entre los jóvenes y los adolescentes. Y lo que más se lee son novelas de saga, comics y política”, explica la librera.
“Creo que Internet y los nuevos juegos han potenciado esto, ya que muchos de ellos están basados en distintas mitologías, entonces los chicos después buscan los libros sobre esos mitos para interiorizarse un poco más. Y esa es la puerta de entrada a la literatura en general”, analiza la dueña de Expolibro.
Finalmente, María Nilda afirma: “Soy optimista en cuanto al libro. Además, es un regalo relativamente económico. Como promedio, un libro caro, puede costar 190 ó 200 pesos. ¿Qué regalo de calidad se puede conseguir por ese dinero? Lo hemos comprobado durante el Día del Niño y el Día de la Madre”, señala la librera.