El jueves, el gobernador Juan Schiaretti tuvo una extensa reunión con su Gabinete. Después de abordar una serie de cuestiones para enfrentar la crisis, se tocó el tema electoral.
La estrategia del justicialismo cordobés estaba centrada en salir en abril a posicionar algunos nombres y luego, encuestas en mano, armar las listas.
Ninguno de los presentes imaginaba que el plan era apenas una burbuja a punto de diluirse en los jardines de Olivos.

Horas después, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, anunció el proyecto para adelantar la fecha de los comicios legislativos. Y octubre, como por arte de magia kirchnerista, se transformó en junio. Y junio está demasiado cerca.
“Nos tomó por sorpresa a todos. Y ahora habrá que salir a armar las listas”, dijo un extrecho colaborador del mandatario provincial.
Como se pueda y como los tiempos lo permitan.

Los justicialistas saben que Luis Juez es el que mejor ventaja tiene en esta carrera contra reloj. Su figura ya está posicionada y metió en la bolsa el bastón de mariscal anti K.
Lo saben y lo murmuran en voz baja. “En una encuesta que pidió el gobernador, el 70% de los consultados rechazó una alianza con el kirchnerismo. Schiaretti sabe que en ésta, tenemos que jugar en forma independiente”, expresó uno de los asiduos visitantes a la Casa de las Tejas.

El peronismo cordobés con este adelanto en las hojas del almanaque, tiene serios problemas. Despegar del Gobierno nacional, intentar que Juez no siga creciendo, preparar candidatos creíbles y conocidos por la gente y gobernar en medio de la crisis. El panorama se parece a un lecho de rosas que perdió las flores y está sostenido por las espinas.
“Schiaretti ya acordó con (Néstor) Kirchner que armará la lista con total independencia y no queremos ningún nombre de ellos”, indicó nuestro interlocutor.

Es más, aseguró que “pondrán los mejores referentes del peronismo cordobés” y que en tono de broma el gobernador remarcó: “Si tengo que poner las dos esposas de (Juan Manuel) de la Sota las voy a poner”, en referencia a Olga Riutort y Adriana Nazario.

Los encuestadores oficiales están de parabienes y saldrán urgente a medir a varios dirigentes. En la lista están Eduardo Mondino, Juan Massei, Pichi Campana, Francisco Fortuna, Oscar González, Daniel Passerini, las dos mujeres mencionadas y el Gallego de la Sota, entre otros.

En el entorno, hacen sus apuestas. Unos ven con buenos ojos que el defensor del Pueblo de la Nación Eduardo Mondino encabece la lista. “Tiene una trayectoria en la Defensoría y un excelente trabajo”, aseguran.
Otros, creen que es necesario convencer a de la Sota para que vaya al Senado. “Si no se sienta en una banca ahora, cómo hará para pensar en la Presidencia en 2011”, murmuran.

De cualquier manera, a los unos y a los otros los números no le cierran.
El nombre de Luis Juez se filtra en todas las conversaciones. “Nos ha sacado varios cuerpos de ventaja, él no tiene la responsabilidad de gobernar...”, dicen los peronistas que ven un escollo en esta jugada ideada en Olivos para “cambiar las reglas del juego” de un día para otro.

Están los que piensan que “Schiaretti debe despegar de Kirchner lo antes posible”. “Mañana puede ser tarde”, expresan en charlas informales repasando una y otra vez las encuestas que para nada favorecen en estos pagos al jefe del PJ nacional.
Mientras los justicialistas digieren la sorpresa y piensan en dividir las aguas con sus compañeros nacionales, los radicales ven naufragar sus internas programadas para el próximo 26 de abril y los principales referentes boinas blancas (entre ellos Oscar Aguad) impulsan una alianza con Juez convencidos que “todos unidos triunfaremos”.
Paradojas de la política.