Los niños y niñas de cuarto y quinto grado de las escuelas primarias de Villa Nueva demostraron ayer ser dueños de mucha inteligencia y sensibilidad en la prueba piloto de lo que será el Foro de Niños desde marzo de 2015.

Fue en un encuentro de más de dos horas desarrollado durante la mañana en el Concejo Deliberante. Hubo estudiantes de las escuelas Antonio Sobral, Bartolomé Mitre, Manuel Belgrano, República de Bolivia y Suárez de Figueroa. A la tarde se repitió con alumnos del turno tarde de los diferentes colegios.

Los chicos fueron recibidos por la presidenta del Concejo Deliberante, Graciela Isaguirre, por lejos la concejala que más intervino en el ensayo. Los demás ediles aparecieron por el recinto mucho después.

El año próximo, cuando se ponga en marcha -la ordenanza ya fue aprobada el 12 de noviembre pasado- el Foro tendrá su debut en la sede parlamentaria de calle Sarmiento y luego sesionará en barrios y clubes. Los temas serán elegidos por ellos.

La identidad de las personas fue en la víspera uno de los ejes de la participación de los pequeños, quienes en numerosas ocasiones provocaron la risa de los presentes por su espontaneidad y ocurrencias.

 

La voz de los chicos

 

“Tenemos derechos a no ser discriminados”, “tenemos derecho a reclamar nuestra identidad”, “al bullying hay que cortarlo, puede terminar mal”, fueron algunas de las primeras frases que tiraron luego de una introducción en la que recibieron una explicación de cómo funciona el Concejo Deliberante.

Más tarde, alumnos del Centro Educativo República de Bolivia exhibieron un afiche en el que plasmaron lo vinculado a la identidad. Así contaron que esta se ve conformada por la historia, el nombre y apellido, la nacionalidad, cultura, fecha de nacimiento, costumbre y el lugar al que se pertenece.

“Siendo una persona con identidad podemos tener nuestras propias costumbres”, resaltó un nene.

Después hablaron de los derechos. “Un derecho sería poder jugar con los demás niños. Si queremos jugar, podemos jugar, si tenemos un hogar, es para siempre”, señaló uno.

Aclararon que tener derechos no significa poder hacer todo lo que se quiere. “Lo tenemos que ejercer sin pelear”, “está el derecho de decir no”, “está el derecho a no ser obligados a hacer cosas que le corresponden a otro”, fueron algunas de las expresiones.

“También tenemos derecho a no ser explotados”, dijo una nena. Y otra remarcó que “contamos con una ley para reclamar por lo que hicieron los adultos”.

Otro asunto fue el del nombre. Concordaron en que la persona puede cambiarlo y luego explicaron que eso sucede gracias a la Ley de Identidad de Género. 

De pronto, un nene levantó la mano y apuntó: “Antes si vos querías ser gay te mataban”. “Ahora tenemos derecho a tener nuestras propias decisiones sobre la sexualidad”, añadió uno de sus pares.

“Podemos cambiarnos el nombre, pero es mejor quedarnos con el que tenemos”, consideró otro.

Sara Pereyra, del área de Desarrollo Social -quien fue la que más interactuó con los pequeños- quiso saber qué pensaban de contar con los dos apellidos, el de la madre y el padre. Casi todos respondieron que preferían tener sólo uno, el del padre. Esto desembocó en consideraciones curiosas. “Al nacer, la identidad la ocupa más el padre”, fue una de las frases. 

El recinto, colmado de mujeres, murmuró hasta que uno de los niños recalcó: “Sacando el apellido, la madre es más importante que el padre”, lo que provocó la risa generalizada y un aplauso espontáneo.

Así, pícaros, pasaron de expresiones que resaltaban la figura del padre a elogiar a la madre: “La madre te da la vida”, “la madre nos tuvo nueve meses en la panza y nos dio la vida”. “Creo que los dos son importantes”, resumió uno y se lo valoró.

“¿Qué pasa cuando se mueren los padres?”, preguntó un pequeño. “Se hacen cargo los padrinos”, le contestó otro y otra vez hubo sonrisas por doquier. Entonces, la secretaria letrada del municipio, María José Pedernera, les contó que en esos casos quedan a cargo de un tutor.

Otro momento llamativo fue cuando hablaron del nombre y del DNI, un niño manifestó que el número de documento permite “ingresar a páginas como Facebook y YouTube”.

También se mostraron interesados en saber cuestiones vinculadas al dinero luego de una separación de progenitores, al derecho a elegir con quién convivir tras la ruptura de adultos y reflejaron las horas de trabajo de sus padres. “Mi papá dice que se rompe la espalda laburando”, contó uno.