Un proyecto de ley de la diputada Nora Bedano (FPV) estableciendo la obligatoriedad de instalar desfibriladores en espacios de gran concurrencia de personas, fue aprobado por unanimidad en la Cámara de Diputados de la Nación.
Según la iniciativa de Bedano, los desfibriladores deberán ubicarse en lugares públicos o privados, con recintos cubiertos o descubiertos, a los que concurran, circulen o permanezcan más de 500 personas en forma permanente o en promedio. Estos lugares deberán contar con un mínimo de un aparato, mantenido en condiciones aptas de funcionamiento y colocado en sitios señalizados y de fácil acceso, para su utilización ante una situación de emergencia. Además, los responsables de esos espacios deberán brindar entrenamiento básico de resucitación cardiopulmonar a un porcentaje de sus trabajadores.
El desfibrilador externo es un aparato electrónico portátil con capacidad para diagnosticar fibrilación ventricular o taquicardia ventricular que, mediante la aplicación de una descarga eléctrica, puede restablecer el ritmo cardíaco normal.
“El Estado nacional se ocupa de prevenir la buena salud de sus habitantes, desde el plan de inmunización que contiene 16 vacunas hasta esta ley que da la posibilidad de salvar la vida de una persona en los primerísimos instantes en que sufre un infarto o es afectada por un evento cardiológico, siendo muy probable que si le es aplicado el desfibrilador inmediatamente, pueda salvar su vida”, fundamentó Bedano en el recinto.
“En lugares de difícil accesibilidad, tener al instante un desfibrilador es sumamente adecuado para la protección de la vida”, afirmó.
Bedano brindó datos estadísticos que señalan que las enfermedades cardiovasculares constituyen una de las principales causas de muerte a nivel mundial, ocupando la muerte súbita un lugar preponderante entre ellas. Indicó que el 90% de las personas víctimas de esta situación fallece en caso de no recibir el tratamiento de manera inmediata. Precisó que si se aplica una descarga eléctrica en los primeros tres minutos en que ocurre el paro cardíaco, las tasas de supervivencia se han reportado en cifras de hasta un 49%.