El conocido ciclista villanovense Saúl Rosa resultó herido con un arma blanca en un violento episodio en el cual, según denunció el deportista: “Fui agredido por mi exesposa cuando fui a buscar a mi hijo a su casa para llevarlo al médico”, explicó el hombre en diálogo con EL DIARIO.
El hecho tuvo lugar el pasado miércoles, a las 11.40, en Catamarca y México de esta ciudad, donde Soraya Ferreyra, expareja de Rosa, reside y tiene una peluquería.
“Sé que eran las 11.40 porque miré la hora cuando llegué. Tenía que retirar a mi hijo para llevarlo al Hospitalito de Villa Nueva porque tiene turno allí los lunes y miércoles a las 11.30 con el fisioterapeuta. Cuando llegué, vi que no había despertado al nene, pero me hizo pasar y cerró la puerta con llave. Como no es la primera vez que me ataca, me fui para el lado de la ventana, con intención de que si ocurría algo, podía salir por ahí”, relató el ciclista.
De acuerdo con el relato hecho por el deportista, ya antes había entre la pareja una restricción, pero al parecer su propia exmujer le habría manifestado que podían volver a verse y a ver a los  niños, generando así un acercamiento.
Sin embargo, al mismo tiempo, el hombre aseguró haber recibido insultos y amenazas de parte de la madre de sus hijos, algunos de ellos constan en mensajes de texto. Y fueron precisamente estos mensajes de texto los que motivaron el ataque. Es que la peluquera le exigió, al parecer, que los borrara y el ciclista se negó a hacerlo.
“Entonces, se puso muy violenta, me atacó por la espalda, con una tijera, me mordió el brazo derecho y me chavó el primer puntazo en el cuádriceps. Ahí empezamos a forcejear y me hirió en otros tres lugares. Afortunadamente, me pude deshacer de ella a los empujones, y logré escaparme por la ventana”, recordó Rosa.

En moto al Hospital Pasteur

“Perdiendo mucha sangre me fui hasta la moto y de allí al Hospital Pasteur, donde llegué perdiendo mucha sangre y a punto de descomponerme. Alcancé a avisarle a mi viejo a dónde iba. Sentí que la zapatilla se me llenaba de líquido caliente; era la sangre. Por suerte, pude entrar al Hospital caminando, porque no me había tocado ninguna arteria importante,” relató el ciclista.
Allí, el personal de la Guardia lo suturó, el médico policial certificó las heridas y los policías le tomaron las primeras declaraciones.
Luego, el viernes fue a denunciar lo ocurrido a la Comisaría de la Mujer, una vez que experimentó una leve mejoría en las heridas sufridas.
“El martes me tengo que presentar en Tribunales con mi abogado Diego Tenedini, para seguir con el caso”, explicó Rosa.