Una gran victoria como visitante obtuvo el Sport Club Colón en el clásico cabralense. Más allá del cuatro a cero final, el equipo de Martín Conti hizo gala de una notable efectividad y contundencia, aprovechando las oportunidades con que contó y golpeando en los momentos claves del partido.
Rivadavia, que padeció todo el campeonato con las expulsiones, llegó diezmado por varias ausencias y terminó pagando caro el no haber sacado provecho de sus momentos y chances.
El partido salió atractivo desde el comienzo. Lejos de las especulaciones y de lo que muchas veces se pronostica para un clásico, los dos equipos se dedicaron a jugar y pensaron en el arco de enfrente, cada cual con su libreto.
Rivadavia lucía más ambicioso en el comienzo, tratando de hacer valer la experiencia del retornado Marcos Berterame. Duró diez minutos, porque Colón emparejó las acciones y enseguida golpeó por primera vez. Mucho tuvo que ver la claridad de José Navarro por derecha, que jugaba y hacía jugar, ya sea haciendo la pausa necesaria o habilitando a sus delanteros.
El reloj marcaba 13 minutos de juego cuando Morre jugó un corner hacia atrás y Navarro metió un centro que Luna cabeceó al gol.
Lejos de amilanarse, el “verde” siguió creyendo en sus fuerzas y generó varias ocasiones claras, pero allí donde su rival no falló, Rivadavia no tuvo la efectividad necesaria.
A los 16’, Berterame anticipó de cabeza a Tissera, pero no apareció nadie para meterla. Dos minutos después, Ferrer hizo una buena jugada por izquierda y sacó el centro que Elhall despejó jugándose la vida. Era el mejor momento del equipo de Santoni, y a los 21 Ferrer probó de lejos, Tisera dio rebote y, en la continuidad de la jugada, apareció solito Cerutti, pero perdió ante el achique del golero visitante.
Un minuto después, Santoni elaboró una interesante acción, pero Cerutti otra vez no pudo doblegar a Tissera.
De a poco Colón encontró la tranquilidad necesaria para marcar los tiempos y logró emparejar el trámite. A los 37’ estuvo cerca Morre con un tiro libre que pegó en la parte externa de la red, y a los 41’ volvió a aparecer la calidad de Navarro, quien habilitó a Leroux, falla de Rojas mediante, y el zurdo ajustició al indefenso Berardo.
Para la segunda mitad, Santoni optó por el ingreso de Castro por un Tisera que había hecho poco. Sin embargo, el cambio no aportó demasiado. Y en el inicio mismo, cuando ambos se estaban recién acomodando en la cancha, el rojinegro sentenció la historia.
Leroux quedó en buena posición, remató y encontró la respuesta de Berardo, pero en el rebote le hicieron penal que Morre cambió por gol.
Rivadavia seguía yendo, pero sin ideas. Enfrente lo esperaba un Colón que aguantaba sin grandes sobresaltos, con una defensa bien parada y con Gonella y Conti mordiendo en todos lados.
El “Puli” Berterame se fue diluyendo y Andrés Agosto no encontró un intérprete de su lectura como para que lo acompañara. Entonces, lo del local se transformó en tener mucho la pelota pero no poder ser punzante.
A los 36 Morre hizo una buena corrida pero nadie llegó a conectar el centro, y a falta de dos minutos para el final, el árbitro otorgó un penal muy discutido por los jugadores visitantes.
Sin embargo, como no era la tarde-noche de Rivadavia, Tissera se terminó vistiendo de héroe para atajarle el violento remate a Santoni.
Así se terminó un clásico intenso, entretenido y dinámico, que Colón empezó a ganar a los pocos minutos y que no sólo supo mantener, sino que fue lo suficientemente inteligente para cerrarlo con autoridad de la mano de un Navarro inspirado que simplificó todo.