La palabra responsabilidad es una palabra con peso propio, remite a un valor altamente cotizado, pero cada vez menos practicado.
Si los valores cotizaran en bolsa, sin duda alguna, la responsabilidad sería la que obtendría mayores inversores, otorga seguridad y al parecer es un recurso escaso.
¿Dejaría ir usted a su empleado más responsable? ¿Acaso no desea que todos sean como él? ¿No es su emérita cualidad una joya a la hora de preservar los capitales de su entidad? ¿No le daría la posibilidad de un ascenso? ¿No incrementaría su nivel de confianza en ese trabajador, brindándole todo su respeto?
Detrás de cada acción, cada actividad, cada meta que una organización se propone hay una o más personas responsables, comprometidas, “respetables”.
Si una organización careciera de valores tan intrínsecos como la confianza, el respeto mutuo, la responsabilidad en cada tarea, ¿cree usted que esa entidad obtendría legitimidad social? Y si una entidad pierde legitimidad social, ¿cree usted que se sostendría en el tiempo?
Usted pensará: “Hay organizaciones delictivas que se sostienen en el tiempo". En tal caso la siguiente pregunta es, ¿a costa de qué? ¿Cuántas vidas se llevan el negocio de las armas? ¿El de las drogas? ¿El de la explotación sexual?, entre tantas otras.
Una organización que además de buscar su desarrollo propio impulsa el desarrollo social, económico y ambiental, es una organización promotora de vida, de cambio social, de desarrollo local, induciendo además su propia sustentabilidad.
¿Cómo me rescata la responsabilidad social de una crisis?
La responsabilidad no me saca de una crisis, la previene, la evita, la amortigua. Cuando los mecanismos internos y externos de resolución de problemas son claros, los problemas se resuelven con mayor facilidad.
Si tengo una comunicación abierta con los miembros de mi organización, si los conozco, si promuevo sus intereses, si elijo a conciencia mis proveedores, educo a mis clientes, reduzco al máximo mis impactos ambientales y administro la economía traduciendo costos en inversión social, la resiliencia organizacional será mayor, habrá mayor predisposición al cambio y los cambios externos se transformarán en oportunidad de desarrollo y progreso.
Un modo de gestión
La “responsabilidad social” es un modelo de gestión, es un distintivo de calidad y excelencia. Las entidades que la introducen en su misión y visión son hoy organizaciones con un reconocimiento social elevado. Estas organizaciones logran que el factor económico pase a un segundo plano, asumiendo que el crecimiento económico es consecuencia de una gestión asociada al desempeño responsable.
Hoy la responsabilidad social es medible, cuantificable y por ende se puede monitorear, sólo se requiere generar instrumentos propios para cada organización teniendo en cuenta parámetros internacionales tales como la ISO 2600 e indicadores estándares adaptables a cada región.
Desde nuestra entidad invitamos a conocer en detalle este nuevo modo de gestionar las organizaciones e iniciar juntos el camino hacia la sustentabilidad.
Fundación Integrarse para la Concientización Social Responsable
www.integrarse.net