A requerimiento del fiscal de Cámara y como consecuencia de un acuerdo previo entre el acusador público y los abogados defensores, el juez Félix Martínez les impuso ayer penas de tres años de prisión de cumplimiento efectivo a una pareja que cometió dos asaltos a mano armada en sendas farmacias de Villa Nueva.
El veredicto condenatorio recayó en Erica Lorena Cervino, de 31 años de edad, y Carlos Manuel Salas, de 29, quienes al cabo de un juicio de trámite abreviado fueron declarados coautores penalmente responsables de “robo calificado por uso de arma de fuego, cuya operatividad no se pudo acreditar”, reiterado (dos hechos).
Tanto Cervino como Salas confesaron los delitos que se les atribuían, y en el caso de la mujer también fue hallada culpable de “amenazas” y “desobediencia a la autoridad”, por un incidente con su exconcubino.
Los episodios más graves se registraron los días 25 de enero y 1 de febrero del corriente año, cuando la pareja irrumpió en dos farmacias villanovenses en las que, a punta de pistola y con los rostros semicubiertos, se apoderaron de dinero en efectivo (1.000 pesos en uno de los negocios y 200 en el otro), además de un par de teléfonos celulares, bijouterie, lociones, medicamentos y otros artículos propios de los comercios atracados.
El primero de los asaltos se produjo en la “Farmacia San Pedro”, ubicada en avenida Carranza 563, propiedad de Alicia Tissera, y el restante una semana más tarde en la “Farmacia Teobaldi”, sita en Marcos Juárez 830, perteneciente a Marcela Grasso.
En ambos casos, los ladrones esgrimieron un arma de fuego y taparon parcialmente sus rostros para no ser reconocidos.
Sin embargo, una minuciosa investigación policial permitió que, apenas tres días después, se lograra la detención de la pareja en la vivienda que ocupaba en Antártica Argentina y Ascasubi, en barrio San Antonio de la vecina ciudad, donde se secuestraron distintos elementos probatorios y un revólver calibre 22.
De todos modos, los testigos de ambos asaltos coincidieron en que el arma empleada por los delincuentes era una pistola 9 milímetros, que no fue hallada entre las pertenencias de Cervino y Salas.
Si bien las pruebas colectadas incriminaron seriamente a la pareja, no se pudo establecer si la pistola empleada en los asaltos era operativa, motivo por el cual se tuvo que aplicar lo que establece el último párrafo del artículo 166 del Código Penal de la Nación.
Dicha norma legal precisa que “si se cometiere el robo con un arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudiera tenerse de ningún modo por acreditada, o con un arma de utilería, la pena será de tres a 10 años de prisión”.
Ante esta circunstancia, a la que se sumó la confesión de los imputados y la ausencia de antecedentes penales, el fiscal Francisco Márquez solicitó la pena mínima para ambos, postura a la que luego adhirieron los codefensores de la pareja, la abogada local Victoria Tartaglia y el bellvillense Darío Baggini.
Como Cervino y Salas llevan casi 10 meses entre rejas, están en situación legal de pedir la “libertad condicional”. Sin embargo, para que se les conceda deberán sortear exitosamente una pericia psicológica y haber tenido buena conducta durante el tiempo que están en la cárcel, algo que la mujer no aprobaría ya que tuvo problemas disciplinarios que motivaron su traslado al penal de Bouwer.