El especialista en drogadependencia, a través de un estilo ameno, abordó distintos aspectos de la problemática, haciendo hincapié en el exceso de medicamentos, la relación padres-hijos, la actitud frente a las drogas, los modelos y la información.

“Hay que abrir el juego, no poner a la droga como un tema tabú”, sostuvo Comes, quien mostró su preocupación ante el enorme consumo de fármacos de venta libre que está mostrando hoy la sociedad. “Somos una sociedad que amanece con Prozac y se acuesta con Rivotril”, sentenció para graficar la situación.

La actividad fue organizada por el Grupo Municipal de Prevención en Adicciones y tuvo lugar en el Salón de Usos Múltiples de la Escuela “Doctor Dalmacio Vélez Sarsfield”.

 

Sobre los municipios

-Doctor, es la cuarta vez que visita tierra cabralense y siempre lo ha acompañado un muy buen número de asistentes.

-Por suerte, así es. Entiendo que Arroyo Cabral es una comunidad que ha dejado de “preocuparse” en el tema adicciones para directamente “ocuparse”. El intendente Pablo Alcalino está trabajando mucho en esto, porque tiene en claro que comunidad, Estado municipal, familia y escuelas deben trabajar en forma mancomunada contra esta problemática.

-¿La situación ha ido tornándose más grave en los últimos años?

-Sí, es una diversidad de cosas que ha hecho que esto vaya en aumento. El mismo acceso a las nuevas tecnologías ha permitido que los chicos conozcan nuevas cosas, al igual que pasa con nosotros, los adultos. Así como hay alguien que quiere instaurar esta situación y utiliza distintos elementos, nosotros también tenemos que tomar cartas en el asunto y brindar alternativas válidas para pelear contra estos flagelos. Pero, concretamente, la oferta ha aumentado drásticamente.

-¿Cómo se aborda el tema desde un contexto socio-político?

-Te doy un ejemplo simple. Hay una rueda que dice que cuando el Estado tiene un mensaje claro, cuando los mecanismos de contralor funcionan aceitadamente y cuando desde el área de salud hay una respuesta, la rueda marcha. Por caso, cuando el gobernador De la Sota impuso el “Córdoba libre de humo”, se hizo la ley, salió el órgano de control para que se cumpliera y en el viejo Hospital “San Roque” se creó una oficina para ayudar a todas aquellas personas que querían dejar de fumar. Así fue que no sólo se terminó con el hábito de fumar en lugares públicos, sino que también se logró que el ciudadano común hiciera valer su derecho a no respirar humo.

-Cada vez hay más instituciones, llámese ONG, casas terapéuticas y demás, que pelean contra las adicciones y brindan nuevas formas de ayuda. ¿Ha influido positivamente en la lucha?

-Sí, por supuesto. El tema de la prevención comienza con el educar, con el trabajar contra ciertos estereotipos o preconceptos, derribar ciertos mitos, y estas instituciones realizan una tarea muy importante.

-Recién usted hablaba sobre el municipio de Arroyo Cabral en particular. ¿En líneas generales, los municipios han tomado cartas en el asunto a la hora de trabajar contra las adicciones?

-Creo que sí. Hoy un municipio que diga que no tiene esta problemática, o bien está mirando para otro lado o tiene intereses creados. Llegamos a un punto donde nadie está exento.