“Tu dolor es amor, transformándose en mundo”
Miguel Abuelo
La profunda pena, la angustia que el paso de los días no logra mitigar, las lágrimas, quedaron ayer en el ámbito de lo privado. Anoche, en la plaza Centenario, los padres de Francisco “Pancho” Mignola eran dos luchadores portando la bandera que pide justicia “para que no haya más Panchitos”.
Alrededor de un centenar de personas se dio cita en el centro de la Villa para sumarse a esta segunda marcha que no hace más que demandar lo que por derecho les corresponde: que se esclarezcan las circunstancias en las que perdió la vida el joven villamariense en una fiesta en las serranías cordobesas.
La convocatoria estaba fijada para las 20 y, poco a poco, la gente se fue acercando.
También se hicieron presentes para acompañar a Adrián y Nancy, del Grupo Freyre, una agrupación de padres nacida en la ciudad homónima y movida por la misma problemática.
Minutos antes de las 21 comenzaron a encenderse las velas. Las llamas trémulas acompañaron los pasos de los manifestantes, que giraron alrededor de la plaza en sentido contrario al tránsito vehicular.
La idea de la familia Mignola es realizar la marcha todos los 26, “para mantener vivo el caso”, señalan, aunque aclaran que “el 26 de diciembre no la vamos a hacer, por tratarse de una fecha muy particular, en lo social y en lo familiar; y en enero tampoco, porque es casi seguro que habrá muy poca gente en la ciudad”, explicaron.
“Todos los responsables deben pagar”
En diálogo con los medios de prensa, Noemí Bongiovanni expresó que “necesitamos que se siga trabajando en esto para que no haya más Panchitos” y aseguró, mostrando conformidad, que “la causa avanza día a día. Se agregaron muchísimos testimonios a los 20 que habíamos ofrecido nosotros. Y por cada testigo que se agrega se suman dos o tres más. Incluso, varios chicos de Córdoba. Ellos son tan víctimas como mi hijo, porque intentaron buscar ayuda, inútilmente”, señaló la mujer.
Por otra parte, Noemí indicó que “todavía no hay imputados en la causa, pero entendemos que todos los que sean responsables deben pagar, hayan estado o no hayan estado en el after. Hay muchas cosas que no cierran en la investigación de lo ocurrido. Por ejemplo, por qué no dejaron ver el cuerpo en la Morgue a los parientes que fueron, la conducta de algunos policías, y otras cosas que no quedan del todo claras. Queremos que se haga justicia”.
En relación con las pericias forenses, Bongiovanni explicó que “todavía no nos han dado el resultado de la autopsia; no sabemos qué químicos había consumido mi hijo”, explicó la mujer, resuelta a dar pelea hasta las últimas consecuencias.
Padres amigos
Por una parte, Adrián Badino, coordinador del Grupo Frayre, en diálogo con los medios, manifestó que habían llegado hasta Villa María para apoyar la marcha como “ciudadanos preocupados por lo que pasa y para brindar nuestra ayuda a partir de nuestra experiencia, que tratamos de transmitir a los demás padres”, explicó.
“Tenemos que hacernos cargo de este problema porque estamos solos; la Policía no ayuda, la Justicia no ayuda y el Estado parece estar ausente en este tema. Entonces, tenemos que ocuparnos nosotros”, aseguró el hombre.
“La droga está muy naturalizada y está llegando a las poblaciones más pequeñas, como las nuestras”, manifestó Badino y agregó: “Los afters no tienen más objetivo que el de consumir y vender droga y no hay control en ningún lado”.
Los gritos del silencio
En silencio, pidiendo a gritos justicia por Panchito y mayor intervención de todos los poderes para combatir el flagelo de la droga, los padres de Francisco Mignola, acompañados por alrededor de cien personas, marcharon buscando sensibilizar a toda la sociedad acerca de una problemática que cada vez se agudiza más.