El atleta no vidente Gustavo Peralta y un grupo de acompañantes hicieron su paso por la localidad de Ballesteros en el marco de la maratón que une las ciudades de Villa María y Bell Ville, por 61 kilómetros sobre la ruta nacional 9.
Esta cruzada, organizada por la Asociación Civil de Deportistas Ciegos de Bell Ville, ha sido denominada “carrera de concientización” para que tanto en Bell Ville como en otras comunidades de la región se lleve a la reflexión al vecino y al comercio. Un ejemplo del trabajo que se quiere realizar con estas actividades es transmitir la importancia que tiene para las personas discapacitadas la colaboración de una comunidad para el tránsito fluido en las veredas y/o calles, ya que en reiteradas oportunidades se encuentran ante obstáculos e impedimentos provocados por motos, bicicletas, carritos de supermercados, mesas, sillas, obras en construcción sin cinta perimetral y otros descuidos que provocan accidentes cotidianos.
Peralta y sus acompañantes compartieron la jornada del miércoles con integrantes de la agrupación Somos Todos Iguales, en el predio de la pileta municipal, intercambiando experiencias. Hernán Seravalle, titular de la asociación local, ofició de anfitrión durante la estadía en la localidad. En tanto que el intendente local Orlando Brusa y la legisladora provincial Graciela Sánchez también se sumaron a compartir la experiencia que intenta difundir con su actividad el grupo de atletas.
En representación del Poder Legislativo provincial, Sánchez hizo entrega de la declaración "de interés" de la unicameral cordobesa por la realización de esta actividad que promueve e intenta generar conciencia sobre accesibilidad.
La travesía se retomó en horas de la mañana del 27, con rumbo a localidad de Morrison, para posteriormente arribar a la ciudad de Bell Ville, punto cúlmine de la maratón. La Policía local acompañó el raid.