Los profesionales de la salud se enfrentan a diario con pacientes que padecen enfermedades terminales. “En esos casos, especialmente cuando se trata de gente joven, tenés mucha presión de los familiares que piensan más en ellos, para seguir teniendo a ese ser querido vivo, que en el paciente que está en agonía”, dijo Juan Carlos Zazzetti al comienzo de la entrevista a EL DIARIO.
“Con la sombra de la mala praxis, muchos médicos sienten que tienen que seguir aplicando tratamientos, aunque se sepa que la enfermedad es terminal y por lo tanto, irreversible”, agregó.
Por eso considera que la Ley provincial conocida con el título de “Muerte digna” (10.058) va a favorecer tanto a médicos como a pacientes. “También a los familiares, que van a considerar la voluntad del enfermo”, señaló.
La normativa que ya fue reglamentada y que tiene seis meses para ponerse en práctica (ver recuadro), crea un registro de Declaración de Voluntad Anticipada (DVA) por el cual la persona que padece una enfermedad terminal puede negarse a recibir tratamientos que prolonguen su agonía.
“Está claro tanto en el texto de la ley como en la reglamentación, que no se trata de eutanasia, porque no se realizan acciones para terminar con la vida, sino que se dejan de hacer terapias inconducentes, conocidas bajo el nombre de ‘encarnizamiento terapeútico’”, aclaró el presidente del Círculo Médico de Villa María.
“Hay casos muy difíciles, gente que está meses en terapia con enfermedades terminales. El ejemplo más claro es el de las enfermedades neuromusculares, que avanzan implacablemente afectando la respiración, el movimiento y hasta los músculos necesarios para tragar”, dijo.
“En mis 25 años de médico no he visto situaciones en las que se diagnostique la terminalidad de una enfermedad con dudas. En esto, la medicina es muy clara. Es cierto que la gente espera siempre una posibilidad. Pasa lo mismo con la donación de órganos, muchos familiares dudan por la misma razón, porque creen que hay posibilidades de que siga vivo. Pero no es así”, puntualizó.
Espera que desde el Ministerio de Salud se arbitren las medidas para capacitar a todos los profesionales sobre la nueva ley.
Claves de la ley
El ministro de Salud, Francisco Fortuna, presentó ante la comisión de Salud Humana de la Legislatura provincial la reglamentación de la Ley 10.058 de Declaración de Voluntad Anticipada (DVA) o Muerte Digna.
La disposición fue elaborada por una Comisión Consultiva Interdisciplinaria compuesta por doce miembros convocados por el Ministerio de Salud, quienes trabajaron desde mayo pasado en la elaboración del anteproyecto que finalmente fue aprobado por el Poder Ejecutivo el 14 de noviembre.
La norma comenzará a aplicarse en seis meses, luego de un período de difusión sobre cómo será la instrumentación de la DVA, destinada a la sociedad, instituciones involucradas y equipos de salud.
El objeto es requerir que los equipos médicos se abstengan de someter a los pacientes a medidas desproporcionadas o de encarnizamiento terapéutico que sólo prolongan artificialmente la agonía. Es para casos de enfermedad terminal.
