Revela que en la fallida corrida cambiaria de octubre los especuladores perdieron 2.500 millones de pesos. “Y lo pensarán más de una vez para volver con
el intento”, sostiene. El especialista se arriesga, aunque previene sobre las dificultades en el marco de una economía que no crece al ritmo de los años anteriores. Señala que ya no hay “viento de cola” (China, Europa, Japón y Brasil en recesión) y también apunta a la baja en los principales commodities (soja, petróleo, etcétera),”que no se recuperarán en 2015”.

Habla y vaticina ante el silencio ansioso de quienes lo escuchan: “En la Argentina no habrá golpe devaluatorio por lo menos hasta mayo del año que viene, cuando aparece la cosecha”.
Carlos Seggiaro le ponía principal título así al análisis de coyuntura que efectuó el martes por la noche, en el salón de actos de la Cooperativa de Trabajo Sudeste Limitada, en Bell Ville, ante una veintena de hombres de campo, pequeños empresarios de comercio y la industria y dirigentes de organizaciones sociales, que se encuentran todos los meses para recoger información sobre lo que pasa en la economía local, regional y nacional.

“El Gobierno acomodó las reservas”
Enseguida el economista argumentó su pronóstico: “El Gobierno acomodó las reservas del Banco Central. Sin crédito internacional, golpeó las puertas de amigos y relaciones. El acuerdo de swap con China (no es barato: el 7% anual en dólares). La ayuda que comprometió Francia en estas horas. Las liquidaciones de cereales de los exportadores. Las licitaciones por la nueva tecnología en comunicaciones. Todo aporta dólares que estarían fortaleciendo la estrategia del Gobierno para llegar, por lo menos hasta el segundo cuatrimestre de 2015, período durante el cual podría alcanzar un acuerdo con sus acreedores y así conseguir la espalda suficiente para que no haya salto abrupto del dólar hasta las elecciones”.


“Disciplinamiento”
Con números y cuadros gráficos, el titular de la consultora local dedicada al asesoramiento integral de empresas y organizaciones, resaltó el “disciplinamiento” que logró el Gobierno nacional entre los operadores de la bolsa y las monedas. Tras el cambio en el timón del Banco Central de la República Argentina (BCRA), “el dólar blue no sólo bajó con palos. Hoy los operadores le creen al Gobierno cuando asegura que no va a haber un golpe devaluatorio”, aseveró, exhibiendo el comparativo de las cotizaciones de la moneda estadounidense en el mercado legal de futuros y opciones de Rosario (ROFEX).  
En el gráfico, los contratos firmados para comprar y vender en noviembre y diciembre de 2014 y en febrero, mayo y julio de 2015, señalan una fuerte baja de las posiciones futuras, tanto que en los indicados tres meses del año que viene, el mercado pagará entre 8,70, 9,30 y 9,80 pesos por cada dólar.

Los especuladores
se agarran la cabeza
Mientras los operadores (bancos e importadores, entre otros) que especularon con una corrida en octubre, se agarran la cabeza. Según información que recogió Seggiaro, en esa maniobra perdieron 2.500 millones de pesos. Y lo pensarán más de una vez para volver con el intento.
Pero, las reservas y el mercado cambiario no fueron temas exclusivos de la exposición que realizó el martes a la noche en Bell Ville el economista, graduado en la Universidad Nacional de Córdoba, promediando la década de 1980. También suministró datos y expresó su preocupación por el nivel inflacionario que se avecina en 2015, mientras previene que la desaceleración económica que apenas admite el Gobierno central, ya se convierte en recesión cuando conozcamos la caída consecutiva de la actividad en los últimos tres trimestres.

 Las razones
del freno en la
actividad económica
Seggiaro no duda sobre el escenario recesivo que vivirá el país durante gran parte de 2015. Para él, seis factores sostienen su perspectiva:

1.
Pérdida del
poder adquisitivo.
Por primera vez en varios años, los salarios subieron menos que la inflación en 2014.

2.
Expectativas
negativas.
El consumo privado cerrará 2014 con el primer retroceso en 11 años. No sólo cae la venta de bienes durables, como autos, motos o electrodomésticos, donde se registran bajas de entre el 20% y el 30%, sino que también se observa menos demanda en carne vacuna, fideos secos y otros alimentos.

3.
Reducido margen
de maniobra de
políticas públicas
del Gobierno.
En 2009 también sufrimos recesión, pero el Gobierno tenía superávit fiscal y sus reservas le permitieron tomar decisiones anticíclicas.

4.
Débil contexto
internacional.
Ya no hay noticias sobre vientos de cola. China, Europa, Japón y Brasil en recesión. Baja en los principales commodities (soja, petróleo, etcétera), que no se recuperarán en 2015.

5.
Pérdida de
competitividad cambiaria. Si el dólar no corre en paralelo con la inflación, en algún momento deberemos resolver el atraso cambiario.

6.
¿Default en 2015?
Meses en negociaciones que impactarán en las expectativas de la gente.

“No tengo visiones
apocalípticas...”
A lo largo de su exposición, el analista y consultor dejó muchas otras frases para tener en cuenta:

-(Los seis puntos reseñados significan): “Un combo difícil de revertir. El escenario de la economía argentina seguirá siendo de debilidad. ¿Las paritarias 2015 podrán cerrarse, como este año, con un porcentaje menor que la inflación estimada? Aunque cierren a la par, el poder adquisitivo no se recuperará y el consumo, tampoco. Salvo la recesión, los ajustes en los impuestos y tasas provinciales y locales tampoco ayudarán a disminuir la inflación”.

-“¿Varita mágica? No la veo. Si se recuperara el mercado de crédito, esa variable sólo podría morigerar los efectos. En 2015, entonces, no habrá grandes cambios”.

-“No tengo visiones apocalípticas. El mundo no se caerá en 2015. No necesariamente habrá un abismo en la Argentina”.
-“Pero, cada uno de nosotros tendremos problemas. Los primeros seis meses del año que viene, por lo menos. Seamos prudentes. No es tiempo de renovar equipamiento ni de hacer grandes inversiones, salvo que aseguren rentabilidad”.

-“En 2016, soy más optimista: con nuevo gobierno, habrá crédito. También un contexto internacional mejorado. Si cambian las expectativas, cambiará el resto”.
Héctor Oscar Bernaus