Desde las 8 de la mañana, más de medio centenar de hombres rastrillaron ayer un campo de la Estancia Yucat, en jurisdicción de Tío Pujio, en busca de restos de Mariela Bessonart, la mujer que desapareció el 28 de septiembre de 2005.
Sorprendió la reactivación del caso, más aún cuando el expediente ya fue elevado a la Cámara del Crimen de Villa María para que se juzgue a Rodolfo Delpino, el ex de Mariela, como presunto autor del delito de “privación ilegítima de la libertad”.
¿Qué desencadenó el operativo? El fiscal de la causa, Gustavo Atienza, confirmó que no hubo ningún dato nuevo ni tampoco la aparición de otra pista, sino que la movilización surgió de una “relectura del expediente”.
“La unidad operativa del Centro de Investigación Criminal (CIC), que viene ayudándonos en los últimos meses, nos llevó a entender que es necesario registrar un sector. Este operativo costó muchísimo, porque intervienen diferentes equipos”, explicó el funcionario al recibir a EL DIARIO en su despacho cerca de las 13, cuando regresó del primer contacto que tuvo en Tío Pujio con los pesquisas.
Allá, en el campo ubicado a ocho kilómetros de la ruta 9, al oeste de la localidad gobernada por Nancy Schiavi, se movilizaron más de cincuenta hombres. Participaron geólogos de la Universidad Nacional de Río Cuarto, la División Paracaídas del Ejército con asiento en Villa Carlos Paz, el Grupo Especial de Salvamento (GES), efectivos de la Policía de la Provincia de Córdoba y bomberos de distintas localidades (Villa María, Tío Pujio, Arroyo Algodón, James Craik, Ballesteros, Villa Nueva, , entre otros).
Este matutino estuvo en el lugar. La búsqueda se centró en un terreno de, aproximadamente, 700 metros de largo y con casi 200 metros de frente, según datos aportados por el fiscal.
El predio está compuesto por montes y pantanos. Como dato particular, hay que consignar que policías se toparon con dos pumas.
Las versiones recogidas por este cronista reflejaron que entre los pesquisas existe una importante expectativa de hallar elementos de entidad para la causa. Naturalmente, habida cuenta del tiempo transcurrido desde aquella mañana de septiembre de 2005 de la que no se volvió a saber nada de ella, buscan el cadáver de la mujer que por entonces tenía 38 años de edad.
“No necesariamente buscamos un cuerpo enterrado”, dijo una fuente, ya que una de las hipotésis es que pudiese haber sido abandonada sobre la superficie, en el medio del monte.
Con aparatos y tecnología de última generación -algo en que coincidieron varias voces, aunque nadie quiso especificar de qué se trata- y la participación de un perro entrenado para buscar cadáveres, persiguieron la meta de encontrar restos humanos, prendas de vestir o joyas que pudiesen servir para determinar cuál fue la suerte que corrió la víctima.
Atienza admitió que se trata del procedimiento de mayor despliegue en nueve años de expediente. De acuerdo a lo que conoció este medio, la movilización fue desencadenada por la reciente intervención (desde hace tres meses) del Centro de Investigación Criminal que depende de la Policía Judicial.
Ese equipo desmenuzó los datos que han sido volcados en la causa, que tiene 26 cuerpos y más de cinco mil fojas.
Así, del estudio minucioso de la investigación, consideraron imprescindible revisar este campo tiopujiense. ¿Había sido rastrillado con anterioridad? Una alta fuente policial dijo que sí, pero sólo en una parte de pantanos.
Los efectivos admitieron que “es muy difícil” trabajar en el sector, por las características que presenta, de abundante vegetación.
Uno de los puntos a los que debieron adherir los integrantes de la búsqueda es el de la confidencialidad, por lo que se registró una fuerte discreción en torno al operativo, que estuvo al frente de Walter Cerutti y bajo el monitoreo del fiscal.
El rastrillaje continuará durante la jornada de hoy. Ayer se dio en el marco de temperaturas de más de 30 grados y mucho viento y tierra. Atienza agradeció a las municipalidades de Tío Pujio y de Villa María “por la amplia colaboración con agua y frutas” para los hombres que intervienen en el procedimiento, que provocó la reaparición de alguna esperanza de esclarecimiento del hecho.
Los puntos principales de un enigma de casi una década
* Mariela Bessonart fue vista por última vez en la mañana del miércoles 28 de septiembre de 2005. Pasó parte de su última madrugada junto a su exmarido y padre de sus tres hijos, Rodolfo Delpino, un productor agropecuario que residía en Los Zorros junto a los herederos varones de la pareja. Ella habitaba un departamento de un edificio de calle Mendoza al 1500 de Villa María con su hija.
* Según declaró Delpino, esa mañana del 28 de septiembre recibió un llamado telefónico de Mariela para que la pasara a buscar por un taller mecánico de barrio Trinitarios. Dijo que efectivamente lo hizo, que ella dejó su camioneta en ese lugar y que él la trasladó en su vehículo hasta inmediaciones de la sucursal céntrica del Banco de la Nación Argentina.
* De acuerdo a lo que obra en el expediente, Mariela nunca ingresó a esa entidad crediticia.
* En la causa surge, a través del rastreo de llamadas telefónicas, que fue él quien se comunicó con Mariela esa mañana y no al revés, como afirmó él. Delpino había dormido con ella hasta el amanecer pero luego dejó el departamento; la volvió a ver pasadas las 8 de la mañana en el citado taller.
* Un hombre que estaba en inmediaciones del taller, testimonió haber observado a una mujer “atractiva” ingresar a la camioneta (aparentemente al mando de Delpino). Presuntamente se trataba de Mariela. Afirmó que ese automóvil no circuló hacia la zona céntrica de la ciudad sino en dirección a Tío Pujio por ruta 9. Los defensores de Delpino buscaron derribar este relato, recalcando que el hombre no supo reconocer la chata del productor agropecuario.
* Delpino dijo que dejó a Mariela en el centro, que pasó por una vivienda y que luego se fue a Los Zorros pero la pesquisa centrada en su teléfono celular arrojó otro camino, por lo que se presume que mintió en la descripción de lo que hizo esa mañana.
* El fiscal lo imputó en agosto de 2006 de “sustracción y ocultamiento de personas con fines coactivos”, lo que derivó en su detención. Estuvo poco más de un año preso. Logró salir de la cárcel porque las apelaciones de sus defensores consiguieron la reducción de la calificación legal a “privación ilegítima de la libertad”, con lo que el tiempo que pasó en prisión es lo que correspondería en caso de ser condenado por ese delito y aplicársele la pena mínima. Actualmente permanece con esa imputación en libertad y la causa ya está en la Cámara del Crimen para ser juzgada, con Atienza como el fiscal de Cámara subrogante, al haberse apartado antes dos fiscales.
Gladys Bessonart: “Creo en la Justicia”
La única hermana mujer de Mariela Bessonart manifestó ayer a la tarde a EL DIARIO que sigue confiando en la Justicia y en la resolución del caso.
Notablemente conmovida por la reactivación de la causa, Gladys Bessonart no quiso hacer mayores declaraciones. Sólo comentó que se enteró del operativo porque la llamó una amiga de Mariela y luego otras personas. “Nadie oficialmente me comunicó nada”, indicó.
“La Justicia sabrá por qué lo está haciendo. Tengo esperanza y fe en la Justicia, quiero que se aclare lo que sucedió, que se sepa que pasó con ella. No culpo a nadie, no digo ni quién fue ni nada, sólo ruego conocer qué le pasó a mi hermana, porque nadie puede desaparecer así”, declaró emocionada. Aseguró vivir, junto a su madre, Teresa Ramírez, “un dolor muy grande”.
A la espera del debate
En tanto, contó que espera el inicio del juicio oral y público para que se conozca qué pasó con su hermana.
LAS FOTOS
1- Con la postura de no dar ningún dato a la prensa para evitar perjudicar el procedimiento, medio centenar de hombres sólo tuvieron contacto con los medios en un breve descanso
2-En Yucat, en una zona que había sido rastrillada en una ocasión aunque de manera precaria, ayer se centraron los investigadores. Y anoche, en medios allegados a la investigación, se indicó que se habría producido “un hallazgo” de importancia, aunque debe ser analizado
3- El fiscal Atienza recibió a EL DIARIO cerca de las 13. Dijo que “siempre se vuelve una y otra vez” sobre lo que obra en el expediente
