Camilo Rodríguez entregó una carta para recordar la figura del mentor del Banquito Ferroviario titulada “El adiós a un amigo”.
“Hace décadas que camino por organizaciones de trabajadores, desde el sindicato de municipales a la CGT, luego la CTA, la Fundacer y desde hace unos años, el Centro de Jubilados Municipales. No digo esto para ufanarme de nada, sino simplemente para aclarar que durante tanto tiempo, desde esos espacios, he tenido la oportunidad de conocer a muchos hombres y mujeres que ocuparon cargos dirigenciales. He tenido la posibilidad de tratar a grandes seres humanos y también otro tipo de gente. Hoy quiero resaltar una gran figura que me honró con su amistad. Se trata de Osvaldo Samuel, quien por estos días nos ha dado el último adiós.
Tendría muchas anécdotas para contar y pintar su gran calidad de ser humano. Hace décadas, cuando estaba en un gremio de los empleados municipales, en más de una oportunidad llegábamos ante Samuel con la necesidad de un remedio o de un cajón para los restos mortales de un compañero. Ibamos ante él con la seguridad de que había alguien sensible para escuchar esos problemas, una persona que dirigía una institución realmente solidaria. Osvaldo nos escuchaba y, sin dar muchos rodeos, nos daba una solución. En su accionar no existía el gesto mezquino de generar un cliente político. No, Osvaldo realmente practicaba la solidaridad sin cálculos egoístas. Es más, muchas veces desde el gremio pretendimos agradecerle sus gestos que trascendían lo institucional comprometiendo lo personal y Osvaldo no aceptaba nada...
El fue un trabajador, siempre tuvo conciencia de su clase y caminó la vida desde su lugar. ¿Qué familia de trabajadores de nuestras ciudades no compró algo en el Banquito Ferroviario?, institución que llegó a tener más de 30 mil socios...
Hubo un tiempo oscuro donde pasaron cosas a nivel económico, ataques de sectores que no toleraron su obra. Algunos salieron airosos. Osvaldo quedó golpeado, pero siempre desde el mutualismo se le reconoció su gran trabajo. Ahora, en esta nota, quiero decirle adiós a este gran amigo que nunca se olvidó de que era de la clase trabajadora.