En una maratónica sesión de cinco horas de duración, los concejales aprobaron ayer el Presupuesto y la Tarifaria para 2015, en segunda lectura.
El presidente de la bancada oficialista, Rafael Sachetto, le dedicó una hora y diez minutos a detallar lo que calificó como “dos normas fundamentales” para la administración.
Tras pronunciar algunas líneas generales de introducción, precisó que el Presupuesto asciende a 599.695.152 pesos y recordó que es “una herramienta dinámica”, factible de sufrir modificaciones cualitativas.
En cuanto a la Tarifaria, especificó que, entre otras cosas, propone un promedio del 11% de incremento en las tasas con respecto al último cedulón, correspondiente a septiembre pasado; que plantea una reducción de zona solicitada por los vecinos afectados por la inundación, pasando de Zona C a D, lo que implica una baja en la Tasa de Servicios a la Propiedad; que fija en cero la alícuota por las publicidades en los comercios y que, atendiendo un pedido del Consejo Asesor Municipal y AERCA, elimina la categoría B de contribuyentes de acuerdo a los montos de bases imponibles totales anuales obtenidas durante 2014, que son fijados en los artículos 18 y 19 bis.
En su extensísima alocución, Sachetto hizo una completa descripción de las políticas públicas que se llevarán adelante a partir del Presupuesto proyectado, elogió el estado de la ciudad y la gestión y destacó el desarrollo y crecimiento que ha tenido.
Por mayoría
La bancada de UPC-FPV contó con el acompañamiento de Ricardo Pereyra, del Partido Villamariense escindido Acción para Crecer, y de Georgina Etchegaray, del Partido Villamariense escindido Social Cristiano, quien aclaró que avalaba en general la Tarifaria, pero no en particular en algunos artículos (20, 26, 27, 53, 87, 109, 112 y 113), por considerarlos excesivos.
En cambio, no encontró apoyo en la UCR y el Partido Villamariense.
“El presupuesto incide directamente en la vida de los ciudadanos, porque asigna bienes públicos y define las prioridades del gasto público. La prioridad que se le da a los rubros es lo que hace que no acompañemos, porque la realidad es que sumando desarrollo social, derechos humanos, salud y educación apenas alcanzan un 21,5% del presupuesto”, explicó Nora Landart (UCR), quien detalló que a Desarrollo Social se le destina un 4,19%; a la Secretaría de Derechos Humanos, 8,14%; al Consejo Municipal de la Salud, 5,40%, y a la Universidad Popular, 3,32%.
“Una de las cosas que más me sorprenden es que la Secretaría de Economía y Finanzas va a disponer del 11,8%, que equivale al 50% del presupuesto destinado al gasto social incluido en las cuatro secretarías aludidas antes. Son 72.585,326 pesos que Economía y Finanzas va a tener para cumplir con los objetivos de asesorar en la distribución de rentas municipales, realizar gestiones para la obtención de créditos, verificar y conducir la información del endeudamiento, coordinar procesos en la oficina de Contaduría, control de operaciones bancarias, entre otros”, enumeró.
“El programa de asistencia y contención familiar, incluido en Desarrollo Social, tiene asignado un 0,31%, menos del 0,32% que tuvo el año pasado; ni hablar del Hogar de Ancianos al que se le asigna un 0,85%. No nos impresionó la muerte de dos personas para aumentar la partida”, remarcó Landart, quien consideró que “lo único que ha tenido dinamismo es la partida de propaganda y publicidad para la Intendencia, que tenía una asignación original de 2.175.700 pesos, tuvo un incremento de 1.620.000 pesos en este año”.
“A la atención de la problemática de adicciones se le va a dar aproximadamente un 3%. Las mayores partidas presupuestarias las tiene la Secretaría de Ambiente, un 45,74%, seguida de Economía”, agregó.
En cuanto a la Tarifaria, puntualizó que coincidían con las expresiones vertidas por el Consejo Asesor Municipal en cuanto a que el ajuste de las alícuotas había que considerarlo en función de la Tarifaria que se aprobó el año anterior, y que el incremento real es del 35%.
“Sin embargo, al alquiler del Anfiteatro se le ajusta un 1% y al del Teatrino, un 10%. Del 100% de los ingresos que piensa percibir el municipio, 30 millones vienen de los vecinos, 42 millones de transferencias de la Nación y 6 millones de la Provincia, no está la situación para incrementar la presión fiscal”, apuntó Landart.
Represión fiscal
También el edil del Partido Villamariense, Darío Capitani, coincidió en que el aumento de las tasas es superior al 11% esgrimido por el oficialismo.
“A nuestro entender, la Tarifaria tiene mucho más que un 11% como se pretende hacer creer. Ese porcentaje lo toman entre cómo finaliza el año y el inicio del próximo, pero lo cierto es que a través del marco tarifario hay incrementos que rondan el 38% en los porcentajes mínimos”, indicó.
“El rubro comercial sufre una recategorización que si bien fue pedida, establece nuevos parámetros para engrosar el tributo comercial en función de una nueva escala de ventas, de modo que el municipio sigue generando un mecanismo inflacionario y de esa manera resguarda su situación económica para 2015, pero siempre lo hace bajo la misma premisa: reprimiendo en términos fiscales al ciudadano para sostener cuentas públicas. La gente termina sosteniendo la gestión”, afirmó.
Al referirse a las recomendaciones del CAM, consideró que las opiniones no son oídas: “Siguen reclamando la participación, pero cuando esto ocurre, hacen oídos sordos a las inquietudes. El Gobierno sigue para donde quiere ir, sin escuchar o darle importancia a las modificaciones”.
“Nosotros no encontramos el eco suficiente para poder reformar nada, no sólo en Presupuesto y Tarifaria, sino en todo lo que se trata. Este Concejo goza de una mayoría absoluta y los proyectos y planteos de las minorías no son tenidos en cuenta”, añadió.
“En el marco tarifario planteamos que el 10% del impuesto al consumo del gas es una locura. También propusimos que se dejen de cobrar las multas con el porcentaje de la Tasa Vial, pero se siguen cobrando igual. El intendente Eduardo Accastello lanzó su candidatura a gobernador diciendo que va a eliminar la Tasa Vial, lo lógico sería que en su ciudad se deduzca del litro de nafta el impuesto que él dice querer quitar”, concluyó.
También se aprobaron en segunda lectura los presupuestos del Instituto Municipal de Inversión, de la Escuela Granja Los Amigos y del Instituto Municipal de la Vivienda, estos dos últimos con aval unánime.
El control en la mira
Por otra parte fue aprobado por mayoría el proyecto para regular antenas.
En su fundamentación, Sachetto dijo que las “antenas generan dudas, pero son necesarias para las buenas telecomunicaciones”.
Aseguró que el proyecto fue enriquecido con modificaciones, que no se libera la instalación, sino que se autoriza según las condiciones que fija la CNC y que el municipio controlará y regulará la seguridad comunicativa y para la salud de los vecinos.
Etchegaray no acompañó la iniciativa. Celebró los debates llevados adelante durante el último mes y admitió que es una problemática que requiere una solución.
“El eje por el que no acompaño es porque no hay garantías de que el control se haga efectivamente, porque si bien el municipio tendrá una herramienta, se debe convocar a la CNC. Los monitoreos deben ser constantes”, afirmó.
Gagliano mencionó que aún no existe demostración de que la radiación de este tipo sea o no peligrosa.
“No vamos a acompañar porque no nos genera confianza el control. Si la CNC viene en enero a medir, esperemos a ver cómo estamos”, propuso.
Pereyra adelantó su voto negativo porque sostuvo que aún hoy no está demostrada la inocuidad de las ondas de telefonía móvil.
“Es preocupante creer que las antenas no son nocivas. La OMS las cataloga como posibles cancerígenas y se va a expedir en 2016. Debe primar la salud de la población, antes de esta ordenanza el municipio debería contratar a expertos que digan lo que la ciudad necesita, después citar a los responsables de las telefónicas y comprometerlos a hacer la inversión. No se debería haber tratado este tema, con la salud no se juega", concluyó.