Ayer se llevó a cabo el Primer Encuentro de Robótica Educativa en la Tecnoteca de nuestra ciudad.
En la ocasión participaron docentes, especialistas de Buenos Aires y Venado Tuerto y estudiantes de San Luis que fueron galardonados en distintos certámenes de la modalidad. Entre los expositores se encontraba la profesora Alicia Graciela Siri, creadora de la “Roboliga” y una suerte de eminencia en el campo de las nuevas tecnologías educativas.
Aunque comenzara a desarrollar Olimpíadas de Robótica en Buenos Aires en el año 2000, ya en 1994 en la Escuela Schonthal donde ejercía la docencia experimentaba junto a sus alumnos con una plantilla de Lego (de origen danés) que realizaba movimientos con control automatizado, por el cual “no se podía desconectar de la compu dado que todavía no existía el robot autónomo”.
Siri, cuya influencia por los engranajes devino de su padre mecánico, conoció el primer “ladrillo inteligente” en 1998, al cual se le “bajaba una programación a través de infrarrojos”. Recién en 2006 aparece el modelo NXT de Lego que es uno de los más popularizados en la actualidad, el cual incluye “motorreductores” con grupos de engranajes que permiten mayor movimiento.
Asimismo, la especialista planteó que “en estos momentos se está utilizando mucho la tecnología creada en una universidad italiana, denominada Arduino, dado que es más elemental y accesible para los niños y adolescentes, en especial en la faz electrónica”.
“Si lo hacés no te lo olvidás más”
Respecto a la programación, es decir la planificación de comandos y acciones que se le dictan a un robot para que ejecute, señaló que “hace 20 años atrás era muy difícil programar porque era todo código, era muy aburrido. Ahora es más sencillo y accesible y permite que los chicos puedan aprenden a dividir un programa complejo en partes e ir resolviéndolo. Esto potencia el pensamiento lógico y hasta adelanta etapas de aprendizaje, dado que haciendo el procedimiento no te lo olvidás más”.
Por último agregó: “La programación es el lenguaje del futuro. La robótica es una herramienta para trabajar otros conceptos que son abstractos, como temas de biología o el plano inclinado en física. Cuando me lo enseñaron a mí era aburrido, todo con cálculos y para estudiar de memoria. Ahora se puede llevar a la práctica y eso es uno de los objetivos de la educación”.