Las cuatro cadenas productivas cerraron el año en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, dejando una lista de reclamos al Gobierno.
Representantes de Acsoja, Argentrigo, Asagir y Maizar, acordaron un comunicado que dio a conocer el titular de la asociación que representa a la cadena del maíz, del presidente de Maizar, Gastón Fernández Palma.
El dirigente aludió a que las políticas de restricción a la exportación “son ruedas cuadradas” que hace retroceder la producción agrícola.
Agregó que la baja en los precios internacionales complica más la situación del productor.
“La compleja situación que teníamos hace un año, que en cierta manera estaba amortiguada por los altos precios internacionales, se ha transformado en muchos casos en una situación extrema. Sólo hace falta ver la situación de las inundaciones que ocupan una parte enorme de las zonas productivas.
La inflación torna cada vez más compleja la toma de decisiones en nuestro sistema productivo. Los márgenes de los cultivos son negativos en casi todas las regiones. El cepo cambiario genera una mayor brecha, que se suma a las barreras, a las trabas a la importación y a la caída de reservas. Todo esto, en conjunto, refuerza los aumentos de precios y de costos y hace cada vez más incierto el escenario para la toma de decisiones y la obtención de insumos claves para la producción. Este efecto también se ve reflejado en el incremento del costo de la energía, en particular el costo del combustible. Lamentablemente, todos los puntos que nos preocupaban en aquel momento, con la situación actual de precios en baja, en un contexto climático complejo, sólo han empeorado”.
Resto del mundo
También se refirió a las políticas agropecuaria de otros países del globo, indicando que los argentinos nos quedamos “en la supervivencia”.
“Nuestros competidores de la región lo han entendido y han generado una visión que hoy les permite ser protagonistas y desarrollarse. Seguimos autocondenándonos al estancamiento mientras el mundo avanza y nuestros lugares son ocupados por otros. El mundo no nos va a esperar. Hoy lamentablemente la agenda de la producción es la supervivencia. El sector agroalimentario a nivel internacional está debatiendo otra agenda: tratados de libre comercio, mercados, desarrollo sostenible, empleo e inversión.También está desarrollando métodos de defensa ante el nuevo proteccionismo que intenta implantar barreras comerciales disfrazadas de estándares de calidad.
Todavía, y a pesar de la superproducción, existen buenos precios internacionales para nuestros productos. Pero así y todo, la producción de los cinco cultivos genera quebrantos”.
Por eso pidió que “el Ministerio de Agricultura de la Nación debe recuperar sus atribuciones en materia de exportaciones agropecuarias dejando de lado el régimen de exportaciones poco transparente que implementa la Secretaria de Comercio Interior para pasar a uno moderno, competitivo y transparente basado en la Ley 21.453”, concluyó.