Marcelo Uribarren contesta tajante: “Terminamos peor que en 2013, sin lugar a dudas”.

Próximo a iniciar su segundo mandato al frente de AERCA, amplía su respuesta: “Hablamos de un promedio. Hay sectores más atacados y otros, beneficiados. Pero el retroceso medio es de un 30%. Hay una preocupación muy grande en lo que es la producción agrícola, no tanto la láctea. ¿Se habrá saturado el mercado para la industria metalmecánica?”. 

“Notamos que los niveles de inversión son similares a los tiempos previos a la crisis en 2011. El productor necesita invertir en equipamiento, por ejemplo, para apostar al negocio y no lo hace por las dudas. Eso es desconfianza. Enojo. O lo que sea. Pero la inversión no ha estado tan baja como ahora. Sobre esto hay dos variables. Una es que ya invirtió y ahora no necesita hacerlo. Esa no es la variable que nos preocupa. Nos preocupa aquel que necesita y puede hacerlo y no lo hace por problemas de expectativas”.

Tengo mi visión: “Supongamos que la inflación anual no sea del 40%, pero tampoco es del 25%. Pero, es más del 30%. Esa tasa de inflación impide generarle valor a las cosas. Es imposible. Un país que no genera riqueza, no crece. Y no se genera riqueza porque hay que invertir y uno ve que esa inversión tiene una tasa de inflación muy alta. La inversión va a contramano de la inflación. Si un país no genera riqueza, no puede desarrollarse. Si no generamos riqueza, distribuimos el dinero entre nosotros. Algunos serán más ricos y, en consecuencia, otros serán más pobres. Estamos perdiendo el tren de la generación de la riqueza por la inflación altísima que vivimos”. 

“El problema de la inflación es central. Y para las décadas que vienen. Generar riqueza es invertir en tecnología, en innovación. En generar trabajo genuino. En disponer dólares vía exportación”.

“Todas las variables dicen que en términos industriales nos hemos quedado. Después de haber crecido a tasas chinas, en 2008 iniciamos una espiral inflacionario que no para”.

“Uno de los sectores que no sufrió tanto el retroceso es la industria láctea. Se fabrican quesos, manteca. Hay desarrollo. Con innovación, con inversión en tecnología. En la última Ronda de Negocios empresarios lácteos coincidían en que no tuvieron necesidad de exportar porque el mercado interno consume todo lo que produce. Y eso es un buen indicador. No les ha ido mal a los que producen alimentos en esta región, sobre todo lácteos. Se han adaptado a los actuales niveles de consumo”. 

“El origen del cepo cambiario es la inflación. Hay inflación en dólares en el país. Y por ello terminamos en un cepo. Y no podemos invertir en tecnología. Como sabemos, la Argentina no produce tecnología de vanguardia. Para fabricar en forma más competitiva necesitamos incorporar tecnología de primera línea, que se consigue en el resto del mundo. No la logramos y la situación se agrava mucho más”.

 

La inflación, 

el primer problema

“No va a haber ningún político que gane las elecciones en 2015 que no prometa terminar con el cepo al dólar y trabajar para bajar la inflación. Va a haber una seducción en ese aspecto. Estarán obligados a resolver el tema”, apunta Uribarren cuando alude a las expectativas que tiene sobre el año que ya viene. 

Y argumenta: “Uno de los problemas que tiene esta inflación es que los Estados municipal, provincial y nacional no han sabido achicarse. No han sabido gastar menos de lo que consumen. No han sabido restringir sus gastos. Pero nos exigen que lo hagamos nosotros. Ellos no lo hacen. Y si se les presenta un problema, como lo tiene el gobernador de la Sota, con la Tasa Vial, dice ‘yo pongo la tasa porque la Nación me debe y no me paga’. Y terminan pagando todos lo que consumen combustibles. Es una locura. Los empresarios no podemos solucionar nuestros problemas de esa manera, pero el Estado sí. Dónde está la responsabilidad de los funcionarios públicos”. 

“Los funcionarios deben hacer un análisis conciente a la hora de aumentar los impuestos a fin de año. La carga impositiva es alarmante. Avizorando que hay recesión, uno ajusta los precios. Los industriales y comerciantes no vendemos bienes de consumo. Y no podemos ajustar en el precio según el valor de nuestros ingresos. Es muy difícil. Y así se restringe nuestra rentabilidad y la cantidad de negocios.  En ese contexto el Estado aumenta impuestos que teóricamente tienen el aumento registrado en los precios. Pero el incremento es porcentual. Este espiral siempre llega al mismo lugar. Como mínimo, es irresponsable”.

“En el municipio de Villa María también deben apretarse el cinturón. De la misma manera que lo estamos haciendo nosotros. No olvidemos nunca que cuando registramos mayores ingresos en nuestras empresas, debemos pagar más impuestos por esos ingresos” (posdata: el Concejo Deliberante de Villa María hizo lugar a una de las peticiones de AERCA, en el análisis de la ordenanza tarifaria para 2015, dejando sin efecto el programado ajuste a una de las tasas a ciertas empresas locales).

“El gasto público y la emisión son la nafta para la inflación”.  ¿Y los formadores de precios? “En nuestro país, debemos instalar niveles de negociación serios y permanentes con todos los sectores. Cada uno jugará su rol en un ámbito de discusión propio y no por intermedio de los diarios. El objetivo es negociar buenos acuerdos”.