La colocación de antenas en todos los ámbitos de la ciudad de Villa María sigue siendo un tema que genera opiniones de diversos tipos. En ese sentido, en los último días el concejal Ricardo Pereyra, de Acción para Crecer, le envió una carta al jefe de Gabinete, José Carignano, en la que cuestionó el proyecto de ordenanza presentado por el oficialismo para que los dispositivos puedan ser instalados en todo el radio urbano.
En ese escrito Pereyra lamentó que “a pesar de las restricciones en vigencia y de que todavía la Organización Mundial de la Salud no se ha expedido respecto al posible daños que estas puedan generar, en nuestra ciudad, fuimos llenados de antenas”.
“Ese hecho se dio con la complicidad de vecinos que se vieron tentados por abultadas sumas de alquiler que las empresas de telefonía ofrecieron y ofrecen”, disparó.
Además, añadió que “no me quiero ni imaginar lo que será de nuestra ciudad si se aprueba esta normativa, conteniendo una total liberación”.
“Debemos evitar que, como viene sucediendo hasta hoy, se tomen decisiones pensando sólo en las bondades económicas. Por encima de esto tiene que primar la calidad de vida y el bienestar de la comunidad”, aconsejó.
Por otra parte, el concejal apeló a su memoria para recordar, en relación al reclamo de un grupo de vecinos de barrio Nicolás Avellaneda que pretendía evitar la instalación de una antena de telefonía en ese sector de la ciudad, que “el 13 de septiembre de 2006 Javier Suppo, por entonces titular del bloque mayoritario del Concejo Deliberante y actualmente secretario de Gobierno y Descentralización Territorial, afirmó que ‘no se haría nada que perjudicara a la ciudad’, teniendo en cuenta informes que prevenían sobre posibles riesgos a la salud de la población”.
El mismo Pereyra apoyó las declaraciones de Luis Tuninetti, titular de la organización ambientalista Eco-Sitio, quien al respecto precisó que “es preocupante suponer que las antenas no son nocivas” y que “es una lástima que la ciudad se pierda la oportunidad de hacer algo intermedio y que se pase de un extremo al otro”.
Finalmente, entre otros aspectos, el concejal solicitó al municipio que se realicen estudios demográficos que indiquen la cantidad de personas que están expuestas a radiaciones y que confirmen que la concentración de antenas en un determinado sector de la ciudad puede producir una exposición por habitante que podría evitarse con una adecuada distribución.
También requirió se efectúe la medición de los niveles de radiaciones electromagnéticas emitidas por cada antena, además de estudios de casos, problemas, necesidades, factores ambientales, económicos y de salud, antecedentes, encuestas e investigaciones.