Miles de fieles católicos celebraron ayer el Día de la Inmaculada Concepción de María, en una jornada donde hubo comuniones, bautismos, casamientos, misas y la tradicional procesión frente a la Iglesia Catedral, que cerró los festejos.

La conmemoración por la Virgen María comenzó temprano y tuvo eco en diferentes parroquias de la ciudad y de Villa Nueva, donde cientos de niños realizaron la Primera Comunión. 

Vestidos de blanco y con la vela en la mano, tal como marca el ritual sacramental, los pibes marcaron el pulso de la tranquila mañana del feriado y se entregaron al primer compromiso con Dios.

“La Comunión es ir queriendo configurarse a Jesús, a través de su gracia”, afirmó el padre Pedro Luchesse, en diálogo con EL DIARIO, cerca del mediodía y en la Iglesia Catedral.

Precisamente, en la casa principal de la Diócesis, fueron 70 los niños que participaron por primera vez del sacramento de la Eucaristía, recibiendo el cuerpo y la sangre de Jesucristo. 

El ritual también se efectuó en otras parroquias de la ciudad, por la mañana.

En ese sentido, entre niños y familiares, hubo más de 200 personas abocadas al ritual.

Posteriormente, se realizaron una docena de bautismos, manteniendo el movimiento constante de gente en la Iglesia Catedral, donde luego se efectuó un casamiento.

“Esto es constante, en noviembre tuvimos dos viernes de Confirmación”, comentó el padre Pedro.

 

La liturgia

 

A las 19 fue el momento de la misa central, frente a la Iglesia Catedral, por la calle Belgrano, cuyas esquinas de Buenos Aires y Santa Fe debieron cerrarse para la circulación de vehículos.

El obispo Samuel Jofré Giraudo encabezó la liturgia y estuvo acompañado por todos los curas de Villa María y Villa Nueva.

Frente a ellos, alrededor de 800 personas participaron del ritual, entre los que se visualizaron, sentados adelante, el intendente Eduardo Accastello y el jefe de Gabinete, José Carignano, además del funcionario Marcos Bovo, presidente de la Unidad Ejecutora Villa María Turismo, Deporte y Recreación SEM. 

Vale recordar que cada 8 de diciembre el catolicismo recuerda la Inmaculada Concepción de la Virgen, tradición que fue proclamada por Pío IX un día como ayer, de 1854, quien afirmó que “María, por un privilegio único, fue preservada de la mancha original desde el primer instante de su concepción”.