El partido comenzó con un poco de demora, por la disputa de la final de ida de reserva (River venció 1 a 0 a Universitario). Una Plaza Ocampo con buen marco de público, ostentaba un campo de juego en excelentes condiciones, y el sol radiante en medio de un cielo totalmente despejado avizoraban una linda tarde de fútbol.
Dos viejos conocidos se enfrentaban nuevamente en una instancia decisiva, tras aquel triunfo fortinero en la final de la temporada anterior que lo había coronado campeón.
El planteo ofensivo y el aceitado engranaje futbolístico en mitad de campo de ambos equipos preveían una jornada intensa, emocionante y que no dejaría nada sentenciado definitivamente. Y fue así.
La primera llegada de peligro no se hizo esperar. A los 2 minutos, un pase profundo de Lautaro Paoletti dejó mano a mano a Maximiliano Ramírez, quien remató cruzado, pero encontró la resistencia de Simón Mellano.
En la jugada siguiente, Daniel Ramírez, fue quien se escabulló entre los centrales locales pero chocó nuevamente con la humanidad del uno universitario, que a puro reflejo salió rápido y asfixió al volante creativo Fortinero.
El conjunto conducido por Bernadó reaccionó con una elegante jugada por izquierda comandada por Santiago Domínguez, que eludió a varios rivales, envió el centro atrás y el remate de Barengo se encontró con una muralla Albirroja difícil de sobrepasar. Grosso lo intentó minutos más tarde de cabeza, pero tampoco pudo abrir el marcador.
Promediando los veinte minutos, con un Universitario más calmo y manejando las acciones de juego, Barengo desperdició un claro mano a mano tras pase de Domínguez, y luego fue Chocobares quien remató de media distancia, pero su tiro se fue desviado.
El local siguió intentando, por medio de Barengo, Barbuio, Domínguez y Truglio, pero la falta de eficacia de los jugadores universitarios, hacía que los balones se fueran desviados o atajados por un enchufado Leonel Luciani.
La primera mitad dejó mejor parada a la “U”. El local tuvo más juego, dinámica e intensidad. Sólo le faltó el gol.
Y parece que se habían olvidado el manual en el vestuario, porque el complemento estuvo plagado de conversiones y jugadas de peligro.
Al minuto, el recién ingresado Tomás Lorca no pudo cubrir el embate de Martín Truglio, el mediocampista logró rematar, el arquero visitante dio rebote y Nicolás Barengo no desperdició la chance para abrir el marcador.
A los 10’, y luego de errar una clara oportunidad, Santiago Domínguez tuvo su premio en la tarde y definió exquisitamente, tras un “sombrerito” a Luciani y un enganche al último defensor, para poner el 2 a 0.
Poco le duró la alegría al local, porque el fortinero descontó en la jugada siguiente, por medio de un excelente tiro libre de Daniel Ramírez y un certero cabezazo de Federico Depetris. El inesperado gol fortinero descolocó al local y envalentonó a Alumni en busca del empate. Tenía 35 minutos para lograrlo, pero no iba a esperar tanto. A los 18’, un soberbio centro de Nicolás Rey desde tres cuartos de cancha encontró nuevamente la cabeza del goleador visitante y el marcador quedó igualado en dos.
Federico Depetris casi no había participado del juego, pero le bastaron dos chances para decretar el empate final.
Luego de las fantásticas apariciones de Depetris, las miradas del público se posaron en Matías Barbuio, pero el emblema del equipo local, no estuvo fino a la hora de definir y dejó en suspenso el pase a la final.
En la primera chance, Barbuio recibió un balón que lo dejó solo frente a Luciani y en lugar de rematar, lo eludió, otorgándole la chance al uno visitante de reaccionar y tapar el remate.
Y sobre el final, se le presentó una nueva oportunidad de darle la victoria a su equipo, pero increíblemente solo frente al arco, el balón se le enredó entre las piernas y el peligro se diluyó junto a las esperanzas del público universitario.
Se avecina una final épica, con dos conjuntos que irán al frente en busca del pasaje a la final. Ambos planteles tienen la jerarquía suficiente para derrotar a su rival, pero deberán ajustar la definición y mejorar la concentración si lo quieren lograr.
La figura
Federico Depetris. Intervino sólo en dos jugadas y su capacidad goleadora le permitió marcar en ambas, para dejar abierta la seria de cara al partido revancha.
El árbitro
Ignacio Bustos. El cordobés dirigió bien. No tuvo mayores inconvenientes, en un partido jugado limpiamente.