Dentro de la cancha se vieron caras felices o de amargura de acuerdo al resultado deportivo de los niños. Y afuera, la imagen del dolor: los padres -al no poder ingresar a la cancha por una medida disciplinaria- observando el cotejo sobre la vereda, arriba de vehículos u otros elementos, o hasta buscando ese orificio que “dejara ver algo” del importante partido que estaban animando sus hijos.
Todo por culpa de algunos inadaptados que no entienden que el fútbol infantil es un juego que lo juegan niños de ¡¡10 años!! Y que, además, esa mala conducta de los “grandes” tampoco les permitió al resto de los chicos de cada club ingresar a alentar a sus amigos.
Estos mayores fueron los protagonistas de un suceso inadmisible suscitado en el partido de ida el viernes pasado; es que, mediante agravios, incitaciones e irrespetuosidad, generaron un incidente que concluyó en la suspensión del partido por parte de la referí Patricia Guerrero.
Ante esto, el partido quedó finalizado en empate, los técnicos suspendidos provisoriamente y la revancha debió jugarse en cancha neutral y a puertas cerradas, algo que nunca más debe suceder, porque fue un escándalo que dejó un marco de aflicción al desenlace de la temporada. En lo deportivo, en la segunda final disputada ayer, la felicidad fue para los chicos de Deportivo Argentino que derrotaron, en cancha de All Boys, por 1-0 a El Porvenir y se consagraron como los mejores del año, además de ser los nuevos campeones de dicha categoría.