Poco es lo que queda por decir que no se haya comentado ya en torno de la edición 2014 del Villa María Golf Club.
Sólo restaría ponderar el enorme e inhumano esfuerzo que soportaron los participantes ante los rigores de verano anticipado con una reflexión que quienes elaboran los calendarios anuales deberá rever. Es cierto que en otros clubes también programaron para estas semanas los respectivos “Campeonatos del Club” e igualmente padecieron aquellos que se aventuraron a jugar. Ya es una Odisea jugar 18 hoyos con 35 ó 40 grados a la sombra (más de 45 al sol). ¡Ni hablar de los 36 hoyos pactados para un mismo día para una final! Son más de ocho horas al sol para caminar 16 kilómetros, o algo menos si la ventaja define el match con antelación.
Además, hay que contemplar que no todos están en condiciones físicas como para afrontar semejante esfuerzo...
Dicho sea de paso: ¿cuántos se someten a controles como para saber cómo andan del “bobo”, la presión, la diabetes, etcétera? ¿No sería prudente, también, que los clubes arbitren controles de chequeo que eviten eventuales situaciones desagradables? Les dejamos la inquietud. En cada club generalmente hay muchos médicos que podrían brindar su aporte. Siempre es mejor prevenir que curar y, a veces, no alcanza...
El vino no viene: para este sábado estaba previsto un torneo por el circuito “Sabores del vino”. Se nos informó que fue bajado de cartelera y, en cambio, habrá un medal play a 18 hoyos con premios de la Comisión Directiva.