Valeria Suárez, la directora de Habilitaciones Unicas de la Municipalidad de Villa María, aseguró ayer que tomó conocimiento de la presunta intoxicación en la cena de egresados del Instituto Secundario Bernardino Rivadavia a través de la publicación de la víspera de EL DIARIO.
Además, remarcó que a la comuna no llegó ninguna notificación ni exposición que reflejara que el menú servido en la fiesta realizada en el salón Bomarraca por una firma privada hubiese causado problemas de salud.
“Hasta el día de hoy no hemos tenido formalmente ninguna solicitud ni nada, pero atendiendo a lo informado por ustedes (este matutino), hemos tomado contacto con el área de Epidemiología del Hospital Regional Pasteur -que recepta reportes de clínicas privadas y de nosocomios públicos ante una infección o intoxicación alimentaria- desde donde nos confirmaron que no tenían ninguna información al respecto”, indicó la funcionaria.
Añadió que tras esto se efectuó un rastreo clínica por clínica para averiguar datos sobre lo difundido. “No hay ningún caso, hasta el mediodía de hoy miércoles, de hospitalizados ni tampoco hay ningún reporte de una eventual intoxicación de algún paciente”, aseveró.
La responsable de Bromatología del municipio reveló que se reunió con autoridades del Rivadavia, quienes “se encuentran muy preocupados por la situación, ya que ellos cumplen todo lo que se les solicita y que han contratado un servicio que tiene de alguna manera una espalda para poder atender esta cantidad de gente”, que orilló los dos mil comensales según indicó ayer a este diario el titular del servicio gastronómico al que apuntaron adolescentes en las redes sociales.
Suárez precisó que dialogó con directores de distintos niveles del colegio, quienes le “contaron que los pollos estaban en condiciones, no estaba crudo, la mayonesa no estaba ácida ni las papas verdes”, en el marco de preguntas que les realizó la funcionaria “tratando de detectar si el alimento se encontraba o no en condiciones”.
Además, explicó que “si alguien que estaba mal hubiese llamado a la Municipalidad el día sábado, donde funcionan las guardias permanentes, se podría haber ido al lugar y recolectar restos de alimentos para ser analizados”, algo que con el correr de los días “ya es imposible”. “Al no haber nadie internado ni contar con reportes de intoxicación, no tenemos análisis que revelen un cuadro de situación de esta naturaleza”, comentó.
Consultada sobre los controles bromatológicos, dijo que la bromatóloga contratada por la empresa involucrada “está durante todo el proceso de elaboración”. “En la escuela me manifestaron que el pollo estaba caliente y la entrada de fiambres fría”, subrayó.
“No podemos garantizar que no haya pasado nada pero tampoco afirmarlo. Uno como Estado llama a que la gente vaya al médico y que se realice un análisis, para que realmente si se confirma el cuadro podamos actuar”, declaró.
La integrante del Gabinete municipal ilustró que recibió todo tipo de comentarios, tanto de personas que dicen haber sufrido problemas de salud como otras que no. Y ante preguntas de este diario, afirmó que la comuna hace controles en el lugar de elaboración y articula con los técnicos contratados por las firmas. “Además, en este caso se trató de un menú simple, no era algo rebuscado”, acotó.