Siempre tuvo la misma secuencia: la Policía irrumpía en los lupanares de la ruta pesada y los clausuraba, colocaba fajas en las puertas y se llevaba proxenetas y prostitutas a los calabozos. Sólo era cuestión de horas. A los días, otra vez los prostíbulos encendían sus luces, abrían sus puertas y la oferta de placer y sexo volvía a estar disponible.
Algo ocurrió en los últimos meses, sobre todo en febrero. La División Investigaciones de la Departamental General San Martín clausuró las “casas de tolerancia” a comienzos del mes pasado y no volvieron a abrirse. ¿Por qué? ¿Qué ocurre en la actualidad con el negocio más antiguo del mundo?
En una entrevista explosiva, el comisario Inspector Abel García, titular de Investigaciones, reveló a EL DIARIO ayer a la mañana que la mayoría de las prostitutas tienen HIV, entre otras enfermedades de transmisión sexual, y cuestionó duramente el accionar de los tres fiscales de Instrucción de los tribunales locales (Félix Martínez, Gustavo Atienza y Daniel Del Vö).
- ¿Por qué desde hace un mes y medio se mantiene la clausura de numerosos prostíbulos cuando antes permanecían cerrados sólo unos días?
- La presencia de estos locales en la ruta pesada se presenta desde hace decenios y la lucha de la Policía contra este flagelo ha sido constante. Antes, la aplicación de la Ley Antivenérea (12.331), que data de 1938 y tiene a la salud pública como bien protegido, era potestad de los fiscales, o mejor dicho, se interpretaba así. Entonces eran ellos quienes ordenaban levantar las clausuras dispuestas por la Policía.
Por una nueva resolución de los tres fiscales, hoy el levantamiento de la clausura es potestad de la Policía, la que puede proceder al cierre inmediato de los lugares donde se ejerza o se incite a la prostitución. Y se debe presentar ante la misma la solicitud de levantamiento de la medida, lo que lleva un trámite administrativo que tiene que resolver el jefe policial. Afortunadamente, no se levantó ninguna.
- ¿Qué análisis realiza sobre esta situación?
- Desde hace años funcionaban, se clausuraban, volvían a funcionar, y así... Era una historia de nunca acabar. Ahora se elimina un punto peligroso para la salud, ya que la gran mayoría de las trabajadoras sexuales tienen HIV, además de otras enfermedades de transmisión sexual. Casi todas las chicas están infectadas y los travestis también.
- ¿Se ha constatado?
- Sí. Como existe la norma de confidencialidad de los datos, le pedimos al Hospital Regional Pasteur que nos informen y no lo hacen, amparándose en dicha ley. Debería existir el pedido de un juez a la autoridad sanitaria. Pero lo mismo sabemos que están infectados.
Como ejemplo, puedo contar la historia de un travesti detenido en dos oportunidades, que se vino de Córdoba a Villa María a continuar con la macabra actividad de desparramar el Sida por todos los lugares. Según la jurisprudencia en la que se basan los fiscales tenemos que comprobar que transmitió el Sida. En vez de considerar que estamos frente a un delito de peligro, interpretan que es un delito de resultado. Así lo liberaron y esta persona sigue contagiando y matando gente. Hay varios casos comprobados de prostitutas que tienen HIV.
Por otro lado, observamos la abundante entrada de dinero de rufianes de la ciudad y de la zona, que se manejan en vehículos cero kilómetro de 150 mil pesos. Se les ha probado el enriquecimiento ilícito, eso está en expedientes.
Tras la clausura, en tres días debemos resolver la causa. Por lo general, los explotadores recurren la sentencia, el Hospital Pasteur no nos informa sobre los resultados de los análisis, todo queda como entonces. Es un tema espinoso. Lo que la gente debe saber es que está jugando a la ruleta rusa cuando se atiende con prostitutas de la ciudad y la zona, no sólo con las que están en la ruta, sino también con las que ofrecen sus servicios a través de EL DIARIO.
- ¿Qué ocurre luego de los tres días de clausura?
- La causa pasa a la faz judicial si el proxeneta se opone a la sentencia, pero con el acusado en libertad. Y nunca más sabemos qué pasa. No se hacen las audiencias que deben hacerse, entonces no sabemos. Y seguimos como siempre.
- ¿Qué razones atendían los fiscales para permitir el levantamiento de la clausura?
- Habría que preguntarle a ellos.
- ¿Y ahora? ¿Qué condiciones deben reunirse para que ocurra eso?
- Entre otros requisitos, el propietario del inmueble en cuestión tiene que asumir el compromiso de que no se ejercerá más la prostitución en el lugar. Antes lo fijaban ante el fiscal, pero al otro día ya estaban trabajando nuevamente.
- ¿Qué fue lo que produjo el cambio de potestad, de las fiscalías a la Policía?
- Encontramos la legislación de la provincia que regula a la ley nacional, la que no figura en Internet... estaba muy bien guardada. Recurrimos a una biblioteca del Consejo de la Magistratura, esa legislación nos obliga a clausurar inmediatamente un lugar en donde se ejerza o incite a la prostitución. Hemos clausurado entre 14 y 15 locales en un año.

s Delito de peligro

Para García, muchos de los que ofrecen sexo en Villa María tendrían que ser investigados por la Justicia por infringir el artículo 202 del Código Penal de la Nación, el que reprime con reclusión o prisión de 3 a 15 años al que propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas.
Tras aclarar que la prostitución “en sí no es delito ni falta, salvo cuando es escandalosa”, comentó que miembros de la Cruz Roja le informan sobre el estado de salud de las personas que ofrecen servicios sexuales.
“El fiscal nos dijo: ‘Traeme a alguien contagiado por ella’. Cómo podemos comprobarlo, si el virus no tiene nombre. Entonces saquen a ese artículo del Código si después no van a actuar...”, se quejó.
“Me adhiero a la teoría de peligro y hay jurisprudencia en ese sentido, pero es más cómodo interpretar desde el otro punto de vista, así tengo una causa sin preso. Y dicen: ‘el que se acuesta con una prostituta, se arriesga’. Pero hay mocosos que se encaman con ellas y no saben ni dónde están parados. Además, qué culpa tiene la mujer del degenerado que se acuesta con un travesti o una chica infectada. No se está cuidando a la salud”.
- ¿Los tres fiscales tienen la misma postura?
- Todos a quienes les tocó actuar en estas causas fallaron de la misma manera.
Textos: Diego Bengoa
Fotos: Roberto Zayas