A partir de la expresión de que los niños nacidos “in vitro” eran como “huérfanos con padres vivos” y que los métodos de fertilización asistida “no están dentro del plan de Dios”, enunciadas por el obispo Samuel Jofré en su homilía en la misa de la Inmaculada Concepción de María, EL DIARIO sumó opiniones de vecinos y referentes religiosos.
En este caso, consultamos a Miguel Zandrino, médico, especialista en Bioética y referente de una iglesia protestante, la Iglesia Cristiana Evangélica (ICE), ubicada en la calle General Paz de esta ciudad.
Dijo en primer lugar que es “respetuoso de lo que piensan otras personas”, aludiendo al obispo Samuel Jofré, y que entiende que las afirmaciones de cada uno “responden a la formación que se ha recibido”.
Al dar a conocer su opinión al respecto de la fertilización, no dudó en señalar que no se presentan objeciones en el ámbito de la bioética ni en el ámbito religioso que integra.
Desde la religión, expresó que los evangelistas no tienen una organización vertical y por lo tanto, conviven expresiones diversas. “Tenemos una ventaja en ese sentido en relación a la Iglesia Católica y es que no tenemos una sola cabeza”, indicó.
Cree “que la ciencia está dada por Dios, pero el problema es que muchas veces la ciencia es utilizada por caminos desacertados. También pienso que la ciencia hace muchos adelantos y con eso, crea nuevas injusticias; porque algunos van a tener el beneficio de esos nuevos adelantos y otros van a quedar afuera. Y eso está fuera del plan de Dios”.
Aclaró que en éste, como en otros temas, ellos no tienen una opinión cerrada “como para santificar o condenar algún método de fertilización”. Lo que está claro es que no lo prohíben.
Desde la mirada científica y como presidente de la Comisión de Bioética del Consejo Médico de la Provincia de Córdoba, Zandrino dijo que en ese grupo de especialistas procuran plantear los temas que generan dudas y deliberar para escuchar diferentes opiniones con la intención de llegar a consensos.
“Llegan temas en los que es imposible llegar a consensos, como el caso del aborto, en el que hay dos posiciones irreconciliables”, dijo.
El eje de su reflexión
Concretamente, Zandrino señaló que el tema es determinar cuál es el momento en que se puede decir que hay una persona, un ser humano. Algunos proponen que se podría utilizar el criterio de la muerte cerebral, de que al cesar la actividad neuronal, cesa la vida; así se podría definir el comienzo de la persona cuando aparecen las primeras neuronas en el embrión, lo que ocurre en la tercera semana de gestación. “Así como se aceptó generalizadamente la muerte cerebral como muerte, es decir, un muerto con un corazón que late y que respira artificialmente hasta que le extraigan los órganos; creo que es un punto de partida para entender que si no hay actividad neuronal -como en el caso de la muerte cerebral- no hay vida. Así es que podríamos decir que para marcar el principio de la vida, hay que partir del momento en que se comienzan a formar las primeras neuronas”, indicó.
En ese punto, explicó que más allá de los métodos de fertilización, se podría llegar a evitar el congelamiento de embriones, realizando la penetración del espermatozoide en el óvulo y congelando esa célula antes que se unan los ADN de ambos padres.
Una voz académica y religiosa, para sumar al debate sobre fertilización asistida.