A poco más de un mes de inaugurado, el playón Polideportivo Marcelo Ingaramo luce como un espacio abandonado por sus impulsores y agredido por vándalos.
Como datos preocupantes, se pueden apuntar que al flamante lugar que se erige en la plaza Gregoria Matorras le robaron toda la grifería exterior del sector de los baños, fue dañado severamente el alambrado perimetral, destruidos los aros de básquet y ensuciadas las paredes del único edificio que presenta el complejo que fue financiado con fondos del Gobierno nacional a través del Ministerio de Educación.
Con los sanitarios herméticamente cerrados (sólo habían sido abiertos el día de la inauguración), los niños y jóvenes hacen sus necesidades en la puerta de los baños.
Lo más llamativo de las acciones destructivas en la obra destinada a la práctica deportiva y recreativa, especialmente de niños y jóvenes del citado sector, es la desaparición de las cuatro torres de iluminación que formaban parte del playón.
Los postes de más de cinco metros de altura y con dos luminarias cada uno, fueron prolijamente cortados con una amoladora en cercanías a los dados de hormigón armado que les sirven como base de sustentación.
Vecinos del sector, indicaron que las torres fueron retiradas pocos días después de la inauguración (concretada el domingo 9 de noviembre) por un grupo de personas que se trasladaba en un camión.
La ausencia de los elementos llamó la atención de los frentistas, pero nadie pudo confirmar el porqué de la extracción de las luces ni el destino final de los artefactos lumínicos.
Lo cierto es que el crítico cuadro de situación movilizó a varios frentistas que, con asombro, observan cómo el playón va deteriorándose por la acción vandálica y la inacción de los que tendrían que responsabilizarse de controlar este tipo de emprendimientos públicos.
“En la plaza pasa de todo, sobre todo por las noches. Que se hayan llevado los postes de luz es un verdadero despropósito. El lugar es importante para los chicos y que esté ahora así nos desespera”, manifestaron dos de los habitantes del barrio que dialogaron con EL DIARIO.