“Realmente, me siento muy conmovida por lo que representa este nuevo Hospital”, dijo Liliana Abraham, directora del Pasteur, al terminar la recorrida por las flamantes instalaciones ya equipadas con camas y con la tecnología que estará disponible para una amplia región a fines de febrero del año próximo.

El nuevo Hospital, está “a la vanguardia de todos los hospitales del país”, dijo el ministro de Salud Francisco Fortuna, indicando que no hay más de cuatro hospitales de esta magnitud en todo el territorio nacional.

El nuevo Pasteur no sólo aumentará en un 50% la cantidad de camas, sino que ofrecerá servicios que fueron inaccesibles para la salud pública: desde equipos para hacer diagnósticos por contraste, hasta un angiógrafo (cuesta cinco millones de pesos) para monitorear todo el sistema arterial y hacer intervenciones, como la colocación de estent, por ejemplo. Y por supuesto, el anhelado tomógrafo y otros equipos de diagnóstico por imágenes.

También tiene un sistema de organización que los técnicos denominan de “sanatorización”, lo que permite que cada pieza de internado cuente solamente con dos camas.

La terapia de adultos, siempre escasa por el alto nivel de accidentología de la ciudad se verá incrementada de 7 a 20, y también verá incrementada la cantidad y calidad de la terapia neonatal.

Andrés Caparroz, director de Arquitectura de la provincia, explicó las características del edificio “inteligente”, pensado con espacios amplios, ventilados y bien iluminados.

Hoy, el gobernador José Manuel de la Sota cortará las cintas del edificio que cobrará vida en 60 días, después que concluyan las pruebas de equipo y de infraestructura y que se realice el traslado para el que vienen trabajando en el viejo Hospital desde hace meses.

 

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