El camarista René Gandarillas le impuso ayer una condena de ocho años de prisión efectiva a un interno del Hospital Dr. Emilio Vidal Abal de la ciudad de Oliva que el 12 de enero de 2011 asfixió con una bolsa plástica a otro paciente a raíz de una “deuda por drogas”.
Daniel Alberto Bertolino (25) fue declarado coautor de “homicidio simple” por el asesinato de Cristian Mariano Pelliza (27), hecho del que también tomó parte el interno Carlos Alberto Pérez (34), quien a mediados de febrero pasado, en el primer juicio del año tras la Feria Judicial de verano, se le aplicó la misma pena.
En aquel proceso oral y público Bertolino no se sentó en el banquillo de los acusados porque una pericia psiquiátrica realizada pocos días antes determinó que no estaba en condiciones de ser sometido a juicio.
Sin embargo, una serie de estudios médicos posteriores permitieron establecer fehacientemente que, al momento de cometer el hecho, Bertolino comprendió la criminalidad del acto y tuvo la capacidad de dirigir sus acciones. Por eso el procesamiento siguió su curso y ayer, 10 meses después de aquel primer debate, fue juzgado y condenado a la misma pena que Pérez.
Cabe señalar que todos los protagonistas de este crimen eran pacientes del Vidal Abal y al momento del hecho estaban alojados en el pabellón destinado a los adictos a las drogas.
Si bien el homicidio se cometió el 12 de enero, el cuerpo de Pelliza fue hallado en avanzado estado de descomposición nueve días después, en la denominada Villa 12, un sector de la colonia que estaba abandonado.
El proceso penal se realizó bajo la modalidad de “trámite abreviado”, es decir, sin la recepción de pruebas testimoniales en la sala, principalmente porque Bertolino confesó haber intervenido en el asesinato junto a Pérez.
Además del juez Gandarillas, participaron de la audiencia de debate el fiscal subrogante Horacio Vázquez y los abogados cordobeses Angélica Olmos de Bustamante (representante legal del padre de Pelliza, que se constituyó en la causa como querellante particular) y Leandro de Olmos (defensor del homicida), mientras que el secretario actuante fue Guillermo Picco.
Con una bolsa
Cristian Pelliza murió asfixiado luego de que Pérez y Bertolino le colocaran una bolsa plástica en la cabeza para terminar con su vida y, de ese modo, vengarse por una “deuda por drogas” que la víctima mantenía con el primero.
El asesinato se produjo a media tarde del miércoles 12 de enero de 2011 en un pabellón abandonado que está ubicado cerca del campo deportivo del neuropsiquiátrico.
Hasta allí llegaron Pérez, Bertolino, Pelliza y Claudio Sáenz, un cuarto interno de la colonia, con el pretexto de juntarse a fumar marihuana. Sin embargo, los dos primeros le dijeron a Sáenz que se quedara en la puerta y subieron con Pelliza al primer piso.
Una vez arriba, los dos primeros sorprendieron a Pelliza y, luego de sujetarlo por la espalda y maniatarlo, le colocaron una bolsa de nailon en la cabeza y lo sofocaron, causándole la muerte en pocos minutos.
Los homicidas abandonaron el cuerpo y regresaron al pabellón donde estaban alojados. Horas después, y al no ser encontrado, las autoridades del Vidal Abal supusieron que Pelliza se había evadido y notificaron esa situación a sus familiares.
La búsqueda del joven supuestamente desaparecido concluyó el viernes 21, cuando dos plomeros fueron a la Villa 12 a realizar una reparación y encontraron el cadáver tendido en el suelo, todavía con la bolsa en la cabeza y en avanzado estado de putrefacción.
Una minuciosa investigación permitió identificar a los asesinos y conocer los móviles del hecho, aunque las detenciones de Pérez y Bertolino se concretaron varios meses después.
Prisión preventiva
En su veredicto, el juez Gandarillas dispuso la prisión preventiva de Bertolino hasta tanto quede firme la sentencia, lo que se producirá en un par de semanas. Mientras tanto, el joven convicto permanecerá alojado en la cárcel de Villa María en esa condición.
Como el juicio fue abreviado por la confesión lisa y llana de los hechos por parte del condenado, es un hecho que la Defensa no planteará ningún recurso en casación, por lo que cuando el fallo quede firme Bertolino pasará a situación de condenado y continuará en el Establecimiento Penitenciario Nº 5, ubicado en barrio Belgrano.
Hasta ayer, el homicida estuvo internado en un centro asistencial de Cruz del Eje, donde continuaba bajo tratamiento médico por su adicción a las drogas, y fue traído a esta ciudad por una comisión policial.